Gracias a esta feria hemos podido conocer que España, es el primer país de la Unión Europea en superficie dedicada a la agricultura ecológica. Y lo que es más llamativo, somos el sexto a nivel mundial.
Sin embargo, estamos a la cola en consumo de productos ecológicos ya que se exporta un 80% de lo que se fabrica a otros países de Europa con mayor poder adquisitivo para asumir el coste de este tipo de alimentos, que sigue siendo bastante elevado.
Hoy queremos compartir con todos vosotros un ejemplo de agricultura ecológica que tiene lugar muy cerca, en la provincia de Lugo. Allí, Pazo de Vilane, una empresa familiar que empezó con 50 gallinas nos explicó para Planeta Twenergy, su filosofía de producción.
La clave está en, como dice nuestra corresponsal Alicia Sornosa, que en este Pazo gallego no producen huevos sino que miman a las gallinas. Es decir, se ha tratado de volver a los orígenes, cuidar a las gallinas con alimentación natural y cuidados caseros en lugar de someterlas a los procesos de las grandes fábricas para aumentar su productividad.
En esta empresa, las gallinas se crían en libertad. Tienen una alimentación basada en cereales pero complementan la dieta pastando por los extensos prados, siempre verdes, comiendo a su antojo hierbas, piedrecitas, gusanos e insectos a la luz del sol. Este tipo de vida y alimentación hacen que el huevo tenga un sabor y unas propiedades como los de antes.
Empresas como estas, que vuelven a las raíces para fabricar un producto respetuoso con el medio ambiente y con los animales, deben ser la referencia para futuros emprendedores.
Fuera de España, también se están desarrollando interesantes iniciativas que conocemos a través de nuestros corresponsales internacionales como la de este mercado agrícola en Como, Italia.
En él, se concentran cada sábado los agricultores y pequeños comerciantes de la zona para ofrecer sus productos ecológicos. La particularidad de este mercadillo es que todos los proveedores vienen de un radio de 100km2. ¿Qué sentido tiene limitar el área de procedencia de los proveedores? Así es como se consigue disminuir lo que llamamos la huella de carbono, es decir que cuánto menos de desplacen los proveedores, menos emisiones de CO2 se lanzan al medio ambiente y por lo tanto, más ecológicos podemos considerar sus productos.
Una vez más, a través de estos ejemplos de nuestros corresponsales en Planeta Twenergy, podemos ver cómo lo único necesario para que las empresas sean más responsables con el medio ambiente es la voluntad, la intención y la ilusión.
