Caminamos hacia un futuro de consumo inteligente en el que todos y todas podemos aportar nuestro grano de arena. No sólo contribuirás a la sostenibilidad de nuestro planeta. sino también ayudarás a ahorrar energía en el hogar. Tú y tu PC jugáis un papel clave en ello.
Calentamiento global, desertificación, extinción de especies son algunas de las consecuencias que acarrea un consumo poco responsable de los recursos energéticos. ¿Cuáles son las soluciones? ¿Y cuáles los sencillos consejos para ahorrar energía con tu PC?
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Economiza con tu ordenador
Si tienes en cuenta que un equipo de escritorio consume entre 120W y 300W en función de sus características, fuente de energía y de lo antiguo que sea, economizarás más. Por su parte, los equipos modernos son más eficientes y, por tanto, generan un menor gasto de energía.
En lo que respecta a los ordenadores portátiles consumen entre 15W y 90W. Mientras, los notebooks se alimentan entre 10W y 20W de energía.
El modo de suspensión o hibernación es el recomendable para los momentos de inactividad de tu equipo. Emplea, para ello, la configuración de manejo de energía.
Apaga tu ordenador cuando no lo estés utilizando. Si no vas a trabajar con él durante un tiempo prolongado, lo mejor es que lo desconectes. Ahorrarás energía y, durante el mes, un considerable ahorro de luz,lo cual se reflejará en tu factura.
Un óptimo mantenimiento es básico. Ocurre, sobre todo, con los equipos de sobremesa, aunque los portátiles no se libran de agentes dañinos como el polvo. Mantén el interior de tu ordenador limpio para evitar que las piezas se ensucien con el paso del tiempo. Esto puede incidir en el rendimiento del equipo. Como ejemplo, si el disipador no desempeña bien su trabajo por estar sucio, la temperatura no disminuirá y esto provocará que el ventilador se active más rápidamente. Si conservas tu aparato limpio, notarás también un considerable ahorro de energía.
Desenchufa tus periféricos como el ratón y el teclado. Funcionan con baterías internas o pilas y cuentan con la posibilidad de apagarlos. Es recomendable que los apagues durante la noche para que dejen de trabajar y consuman menos batería, y además con este pequeño gesto estarás ganando un tiempo de vida para este tipo de aparatos electrónicos que se deterioran cuando se quedan sin energía.
Otros dispositivos que puedes desactivar cuando no los estés utilizando. son el Bluetooth o las tarjetas inalámbricas. Suspende los discos duros después de un tiempo de inactividad. Lo recomendable es dejar pasar de 20 a 30 minutos.
Los PCs modernos disponen de una utilidad que son los perfiles de energía. Por ejemplo, en Windows 7, existe la posibilidad de compartir ficheros o impresoras o incluso conectarse con equipos remotos. Es aconsejable configurar el modo de apagado automático a los 10 minutos de inactividad. Por contra, si tu equipo no comparte nada y utiliza sólo el navegador o aplicaciones instaladas en el propio equipo, es recomendable configurar el apagado automático del monitor cuando pasen 10 minutos de inactividad. Por otro lado, la suspensión automática a los 20 y la hibernación a los 30. Configúralo según indican en la Universidad Politécnica de Valencia.
Enchufa todos los dispositivos de tu ordenador a una misma regleta. Una única toma de corriente para todos los elementos que forman parte de nuestro equipo es muy aconsejable. Esto te asegurará que no consumas nada de energía cuando no lo estés utilizando gracias al botón on/off que llevan estas regletas.
La regleta también te será útil para evitar esos pequeños sustos que se producen ante subidas de tensión. Se trata de que no se produzca un cortocircuito que pueda desencadenar un incendio.
En cuanto a las aplicaciones, cierra aquellas con las que no estés trabajando.
Si tu fuente de alimentación se ha averiado, gasta un poco más. Opta por hacerte con una de buena calidad. Además de consumir menos energía, contrastan y verifican la cantidad de energía que necesita el sistema. Una buena fuente de alimentación es un 80% más eficiente.
Gestiona el uso de tu monitor
Un monitor encendido es sinónimo de un elevado gasto de energía. Ocurre, especialmente, con los monitores antiguos. Los cuadrados y pesados que todos hemos empleado. Pero, no te preocupes, existen sencillas soluciones para un ahorro inteligente.
Cuando te levantes de tu asiento, apaga tu pantalla. ¿Por qué? Aunque no lo creas, los monitores viejos, llamados CTR, consumen entre 75W y 120W. Los planos -LCD-, cada vez más implantados, gastan entre 20W y 30W.
Mientras tu pantalla se encuentra en modo stand by puedes creer que no consume energía, pero no es así. Aunque menos, también la utiliza.
Reducir el brillo es otra de las opciones. Puedes modificarlo en función de lo que estés realizando. Los monitores más modernos cuentan con dispositivos que ajustan el brillo basándose en lo que se está viendo en la pantalla. Además de reducir el consumo energético, cuidas tus ojos y el monitor desprende menos calor.
Despréndete de tu viejo monitor, si tu presupuesto te lo permite, y sustitúyelo por un modelo moderno, tipo LCD. Como atributos, contarás con una pantalla más ligera y plana, que suelta menos calor, consume menos y te deja más espacio.
También has de tener en cuenta que el protector de pantalla no fue diseñado para ahorrar energía.. Se ideó para que no apareciesen sombras en los viejos monitores. Por tanto, deshazte de la idea de que con él activado ahorrarás energía. De hecho, consume tanto como otra aplicación.
Estas son las razones por las que debes apostar por el ahorro energético y el consumo inteligente, con la consiguiente repercusión positiva sobre el medio ambiente y tu ahorro de luz. Si sigues estas sencillas recomendaciones, estarás contribuyendo a la protección de la biodiversidad, los ecosistemas y la naturaleza. Objetivos con los que estamos firmemente comprometidos y convencidos de que, entre todos, podemos conseguirlos.