Las baterías son ese componente esencial (y frágil) de nuestro celular que nos trae de cabeza, puesto que siempre nos parece que “no duran nada”. Se deterioran con facilidad, y en cuanto esto ocurre vivimos pegados al cargador. ¿Hay algo que podamos hacer para conseguir que su vida útil mejore? Aquí, unos cuantos consejos:

 

Tiempo de carga

  • Con dos horas basta para cargar el     celular. Solemos dejarlo toda la noche enchufado, con el     consiguiente desperdicio de energía (se calcula que, en un año,     gastamos el doble de lo necesario con este acto tan insignificante), pero es un error.
  • Esta práctica tampoco es saludable para nuestro organismo: algunos estudios apuntan que la     luz azul de los celulares y otros aparatos puede perjudicar _    nuestro metabolismo, al hacernos alterar nuestra secreción de melatonina, pudiendo contribuir a una diabetes u obesidad.
  • Otro error frecuente es dejar el cargador enchufado permanentemente. Creemos que si el teléfono no     está cargando no consume energía, pero sí lo hace (es lo que se     conoce como “energía fantasma”).
  • Antes, cuando comprábamos un celular, nos recomendaban que le diéramos una carga inicial de ocho horas, pero con los nuevos terminales y baterías de litio eso ya no     es necesario.
  • Para un rendimiento óptimo de la batería, se aconseja no dejarla desgastarse hasta el límite. Con las baterías antiguas se recomendaba lo contrario, pero con las de     litio por debajo del 40%, ya podemos recargarla. Y, a ser posible, que su carga no baje del 5-10%.
  • Se calcula que el estado óptimo de carga se halla entre el 30% y el 80% de la batería.

 

Cargadores

  • Para obtener un rendimiento óptimo     de la batería y el celular, lo mejor es emplear el cargador oficial del teléfono, y no los de otras marcas (aunque sean buenos, no han     sido diseñados para nuestro teléfono).
  • El cargador oficial es también más eficiente que el cable USB conectado al ordenador.     

 

¿Alguna ayuda?

Consejos generales

  • Nos hemos acostumbrado a tener el teléfono encendido 24 horas al día, pero lo que no sabemos es que así se acorta la vida del dispositivo: si no se va a utilizar, es     mejor apagarlo y que descanse.     
  • Una buena opción es poner el dispositivo en modo avión mientras lo recargamos, ya que así se cerrarán todas las conexiones, disminuirá el brillo de la pantalla, y no habrá actualizaciones automáticas, por lo que obviamente tu terminal consumirá menos y     se recargará más rápido.

  • Si tenemos miedo de quedarnos sin batería, podemos recurrir a baterías de     recarga, como las de los portátiles.

  • Si vives en zonas calurosas, cuidado con dejar el teléfono al sol. Las baterías     son muy sensibles a las temperaturas extremas.

 

Fuentes: Twenergy | Anexom | Hipertextual

 

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