Los cabezales termostáticos, también llamados válvulas termostáticas, están compuestos por:
- Dispositivo de selección de temperatura: es la pieza en la que fijamos la temperatura que queremos.
- Sensor: es el elemento que mide la temperatura de la estancia y la compara con la fijada en el dispositivo. Para que funcione no debe haber elementos que interfieran en la lectura de la temperatura, como el mobiliario.
- Acoplamiento: es la pieza que permite la conexión entre el cabezal y la válvula termostatizable.
- Válvula termostatizable: es el elemento que regula el flujo del agua en función de la temperatura de la estancia.
Indice de contenidos
¿Cómo funcionan los cabezales termostáticos?
La incorporación de cabezales termostáticos en nuestros radiadores permite mantener constante una temperatura seleccionada. Esto lo consigue gracias al sensor que mide la temperatura de la estancia y la compara con la seleccionada.
Si la temperatura de la estancia es menor que la seleccionada, el cabezal envía una señal para abrir el paso del agua y aumentar el aporte térmico. En caso contrario, si la temperatura medida es mayor, éste envía una señal para cerrar el paso del agua y disminuir el aporte térmico. De esta forma el cabezal termostático mantiene de manera automática la temperatura de la estancia.
Existen diferentes tipos de cabezales termostáticos con características variables, según el tipo de instalación y las necesidades del usuario, que van desde los más sencillos a los más sofisticados e innovadores, como son los que se controlan mediante dispositivos electrónicos vía wifi.
Ventajas de su instalación
La instalación de cabezales termostático provoca una serie de ventajas que pueden apreciarse tras su implantación.
La principal ventaja es la reducción del consumo energético entre un 10 % y un 25 % y, como consecuencia, la reducción de los gastos económicos asociados. Con respecto al medioambiente, al ahorrar energía también disminuimos las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a la calefacción.
Además, mantener constante la temperatura que queremos mejora el confort en nuestros hogares y mejora nuestro bienestar, equilibrando la sensación térmica de nuestro cuerpo.
Asimismo, ante la inminente obligación de instalar repartidores de costes en las instalaciones de calefacción central a partir del año 2017, puede ser interesante poner cabezales termostáticos ya que éstos harán que pagues por lo que realmente necesitas.
En el mercado existe una gran diversidad de cabezales termostáticos por lo que debemos evaluar cuál es el que más nos interesa. Para ello debemos tener en cuenta:
- Tipo de instalación: Debemos tener en cuenta si la válvula es termostatizable y, si lo es, comprobar que tipo de válvula es (el modelo y la marca). Además, también tenemos que considerar el espacio disponible.
- Necesidad del usuario: Tenemos que analizar que necesidades nos interesa cubrir relacionadas con el tipo de ajuste, tipo de control y la capacidad de programación.
Descarga aquí la guía y conoce las diferentes tecnologías que existen en el mercado, al mismo tiempo que te ayudará a seleccionar aquel cabezal que más se adapte a tus necesidades ¿Te animas a instalar cabezales termostáticos en tu hogar?