Lavadoras, frigoríficos, lavavajillas… Cada vez son más los electrodomésticos que tenemos en casa y que nos resistimos a sustituir. Sin embargo, alguno de ellos hacen un flaco favor en la economía familiar. Se estima que los antiguos aparatos domésticos son responsables del 12% del consumo de un hogar. El ahorro energético no sólo se puede conseguir teniendo un consumo responsable, sino también sustituyendo equipos de alta eficiencia energética (de clase A), los cuales consumen menos de la mitad que el antiguo.
Para fomentar un mejor rendimiento energético y contribuir en el respeto al medio ambiente, las comunidades autónomas en colaboración con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) han puesto en marcha el Plan Renove de Electrodomésticos. La iniciativa, que forma parte del Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia Energética 2008-2012, otorga ayudas para facilitar la sustitución de frigoríficos, congeladores, hornos, secadoras, lavadoras o lavavajillas poco eficientes por otros de etiqueta energética «A» o superior.
Desde el 2006, el Plan Renove ha sustituido más de 3 millones de electrodomésticos convencionales por otros de eficiencia energética alta. Como resultado, se ha obtenido un ahorro de energía eléctrica de 2.230 Gwh, cifra equivalente al consumo de más de medio millón de hogares españoles.
¿Cómo y dónde?
La cuantía de la ayuda dependerá de cada Comunidad Autónoma, aunque, se ha establecido un mínimo de 80 Euros por aparato. En este sentido, cada lugar, ha destinado aproximadamente para los frigoríficos y congeladores de clase A++ 125 euros, mientras que para lavadoras, placas de inducción total, lavavajillas y secadoras de clase A , 105 euros.
Para poder acceder a la ayuda, hay que dirigirse a las páginas web de las comunidades autónomas y ver el listado de entidades colaboradores donde se pueden comprar los electrodomésticos. Una vez elegido el centro habrá que dirigirse para comprar el aparato. Allí se presentará el DNI y si es necesario el certificado de empadronamiento. En la misma tienda, se comprobará si el solicitante cumple con los requisitos para poder obtener la ayuda. En caso afirmativo, el centro tramitará la solicitud y proporcionará los papeles necesarios. El comercio cobra el precio íntegro y se encarga de la instalación, retirada y reciclaje del aparato sustituido. Después la administración pública de cada comunidad autónoma abonará la ayuda en la cuenta corriente del beneficiario. Desde el Plan Renove recuerdan a los ciudadanos que estos trámites son necesarios y que la entidad está en la obligación de hacerlos. En caso de negarse, recomiendan acudir a otro establecimiento.
Mientras que algunas comunidades como Madrid han fijado como fecha límite el 31 de diciembre, otras han finalizado la concesión de este tipo de ayudas. Sin embargo, también puede suceder, que a pesar de estar dentro del plazo, las ayudas pueden haber terminado, debido a la finalización de los fondos que se habían destinado para el Plan Renove.