El biogás se produce con un biodigestor industrial o artesanal. La diferencia entre uno y otro es la cantidad de gas que pueden producir debido a su tamaño, si bien, ambos buscan la extracción del gas por medio de diferentes etapas.
En una primera fase se introduce la materia prima lavada en canales, en un paso denominado separador de sólidos, el cual precisamente busca separar los materiales sólidos de los líquidos.
Seguidamente los materiales se dirigen a la cámara del biodigestor, en donde los líquidos más volátiles pasarán a la bolsa de captación para convertirse en gas y los otros seguirán hacia lagunas de reinserción en donde se infiltrarán en la tierra de manera que no haya desperdicio de agua. Una vez que el biogás queda en las bolsas de captación está listo para ser utilizado.
En un biodigestor de tipo industrial el gas puede ser administrado en canales para llevar la energía hasta los sitios donde se requiere su uso, mientras que en uno artesanal se puede captar en un cilindro especializado y llevarlo directamente a la cocina.
Este proceso para producir biogás permite además aprovechar las excretas sobrantes del separador de sólidos para hacer lombricompost, abono orgánico para fertilizar los campos, creado con las excretas de las lombrices al degradar las excretas animales.
Una de las grandes ventajas de este tipo de energía es que el biogás es una energía que se puede generar prácticamente de cualquier desecho, esto incluye excrementos de animales, restos orgánicos y restos de algunas industrias. Sin embargo, tal como lo comprobaron los estudiantes de la Universidad Earth se conoce que existen ciertos materiales que son mejores para la fabricación del gas, como por ejemplo las excretas de los cerdos y bovinos.
La Universidad Earth en Costa Rica es un ejemplo de cómo el hecho de producir energía con desperdicios propicia que todo se reutilice. El centro educativo genera la energía para la cocción de los alimentos de las excretas de los animales, además de los restos de materia orgánica del comedor. Les resultó tan efectivo que tienen dos biodigestores industriales en el campus.