Emplazada en Larvik, al sur de Noruega, esta vivienda piloto es el paradigma de residencia del futuro. En primer lugar, porque produce más energía de la que consume, exactamente tres veces. Se trata, por tanto, de una casa A Plus (o energía plus) cuyo excedente energético se puede destinar a un coche eléctrico (con una autonomía de12.000 kilómetros) o a calentar el agua de la piscina en verano. En segundo lugar, y en eso es pionera, porque lo hace sin descuidar su diseño y bienestar. Prueba de su éxito es que, recientemente, ha sido nominada al Mies Van der Rohe 2015, el galardón que concede la Unión Europea a la mejor arquitectura contemporánea.

Precisamente por ello, sus responsables la han bautizado como Multikomfort Huset (la casa multi-cónfort, en noruego). Éstos son el Centro Noruego de Investigación de Edificios Emisiones Cero (ZEB), la organización independiente de investigación multidisciplinar SINTEF, dos compañías de suministros -Brodene Dal y Optimera, ambas pertenecientes a Saint Gobain- y Snøhetta, el estudio arquitectónico, con sede en Oslo y Nueva York, responsable del Memorial del 11M o la Biblioteca de Alejandría.

El objetivo de esta vivienda piloto, la primera en el norte de Europa, es promover el desarrollo de edificios muy eficientes. Para ello ha cumplido el llamado estándar ZEB-OM: la ambiciosa meta que implica que las emisiones netas de gases de efecto invernadero procedentes de las operaciones pero también de sus materiales deben ser cero.

Así, Multikomfort es pionera en su enfoque sobre las emisiones de carbono asociadas a los materiales de su construcción. Este enfoque, nos cuenta Anne Cecilie Haug, arquitecto que ha liderado el proyecto, representa una nueva dirección vital hacia una industria de la construcción sostenible.

De este modo cuando hubo que utilizar materiales altamente contaminantes -se descartó el hormigón, pero en su lugar se usaron, por ejemplo, ladrillos o maderas- éstos se estaban reutilizando. La madera exterior así como la pared de ladrillos de la vivienda tienen un siglo de antigüedad, por ejemplo.

Consumo energético
A la hora de calcular el consumo energético de la vivienda éste se redujo mediante instalaciones técnicas que evitaran el uso de energía eléctrica. Ésta es suplida por la energía generada por las aguas grises, por las procedentes del subsuelo mediante una bomba de calor, así como mediante energía solar procedente de los colectores y paneles que revisten todo el tejado, cuya inclinación optimiza el proceso, con una superficie de 147m2.

La elección de paneles fotovoltaicos como mayor fuente de generación de energía se debe a su fácil disponibilidad comercial. Y es que todos los materiales y dispositivos empleados en esta casa pueden encontrarse en una tienda.

En cuanto a la calefacción, ésta se genera a través de una bomba de calor que obtiene energía bien de un pozo a 100 metros, bien a través de un circuito de tierra, a 150 metros. El agua caliente, cuya demanda doméstica en un futuro será mayor que la de la calefacción, según estiman los responsables de este proyecto, procede de las aguas grises acumuladas, así como de un sistema reciclaje  instalado en las duchas. De este modo, se reduce la demanda de agua caliente en un 50%, para el que se utilizan los colectores solares.

Diseño
Además de la demanda de energía, la sensación de bienestar, esa la comodidad emotiva intrínseca a Escandinavia, ha gobernado el proceso de diseño de este hogar. Y es distintivo que ese confort se logre mediante propiedades no cuantificables. En este sentido la elección de materiales volvió a ser vital, pues además de contribuir a un buen clima interior poseen calidades altamente estéticas. Ejemplos: el techo de la cocina revestido de finas láminas de pino que favorecen la acústica o la pared del dormitorio principal realizada en álamo sin tratar, una eficiente madera que, siendo inolora y duradera,  regula el clima.

En el exterior se emplaza la chimenea, una piscina creada a partir de un viejo contenedor, una sauna así como un pequeño huerto y árboles frutales que se integran en el diseño para la producción de alimentos a pequeña escala, promoviendo una filosofía de autosuficiencia necesaria para alcanzar las metas de sostenibilidad. El agua para regar el jardín (así como para los wateres) proviene del agua de lluvia recolectada a través del tejado, y que tras ser dirigida a un pequeño estanque, acaba almacenada en un tanque con capacidad para 6.000 litros. Más información en www.multikomfort.no

Rate this post

Write A Comment