La Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, desarrolla un proyecto, financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, CONACyT, para la construcción de una planta de producción de biodiesel en los talleres de la Red de Transporte Público (RTP) de la ciudad de México. La finalidad del combustible es su uso en las unidades móviles de la red. El  proyecto además plantea la creación de un laboratorio especializado en el control de calidad del biodiesel y propone realizar un estudio para la medición de la materia prima necesaria para la producción del biocombustible. 

 La implementación del biodiésel en la red será un triunfo para todos y la ciudad de México se verá altamente beneficiada. Al contener moléculas de oxígeno, el biodiesel permite que el motor haga una combustión completa lo que significa un mejor aprovechamiento. El proyecto tiene beneficios a nivel ambiental por la disminución de gases de efecto invernadero y a nivel mecánico porque brinda una mayor eficiencia en los autobuses. Por otra parte, al recolectar el aceite se evita que vaya al drenaje y genere problemas de contaminación del agua.

El proyecto se divide en cuatro etapas: La primer etapa consiste en recolectar el aceite  de hoteles y restaurantes para ser estudiado y aprobado con los más altos estándares de calidad a cargo de la Facultad de Ingeniería (IG). La segunda corresponde al diseño, construcción, arranque y operación de una planta piloto en las  instalaciones de la RTP, incluida la capacitación para su manejo. La tercera etapa será el establecimiento de un laboratorio para medir la calidad de la materia prima y del biocombustible generado para lograr la exigencia que marca la norma internacional ASTM 6751. Este espacio contará con la participación de  un equipo analítico necesario para evaluar los parámetros y más adelante, se buscará la certificación correspondiente. Y en la cuarta etapa se propone medir las emisiones de los camiones de la red, antes y después del uso de biodiesel en el corto, medio y largo plazos. Al final, se realizará un estudio de factibilidad técnico, económico y ambiental.
 
México da sus primeros pasos en materia de biocombustibles. Es una nueva realidad en la que será necesario establecer políticas y regulaciones que ayuden a dar una buena dirección. Hay mucho camino por andar e investigación, desarrollo, innovación deben estar puestas al servicio de los ciudadanos. Esta planta productora de la UNAM es un gran paso para sensibilizar y avanzar en el uso responsable de estos combustibles. Gran parte de su relevancia radica en su intervención sobre la Red de Transporte Público en una urbe como es la ciudad de México con sus millones de habitantes. Aire más limpio, reuso de desechos, mejor desempeño de las unidades móviles. Un gran ejemplo a seguir por todas las grandes ciudades del planeta.

Fuentes: Innovación | UNAM

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