Según los datos del Balance energético 2009, la situación económica y las medidas de ahorro y eficiencia se perciben claramente en el consumo energético dando como resultado un año de reducción de la demanda. A pesar de ello, las energías renovables incrementaron su producción hasta alcanzar el 12,3% de la energía final, lo que sitúa a España por encima de la senda necesaria para alcanzar en el año 2020 el objetivo del 20% del consumo energético. En cuanto a la producción eléctrica de origen renovable representó una cuarta parte del mix de generación en 2009, tan sólo por detrás del gas natural.
Conclusiones
Estos datos indican que las empresas españolas en el campo de las energías renovables están en condiciones de posicionarse en una situación de liderazgo mundial en el sector. Compañías preparadas para la exportación en el sector de la energía solar fotovoltaica o eólica y el desarrollo del vehículo eléctrico son algunos de los campos que ofrecerán importantes oportunidades de negocio.
Entre los datos del informe destaca uno, especialmente importante para España, dado nuestro alto grado de dependencia energética del exterior: la importancia de las energías renovables en la mejora del grado de auto abastecimiento. Así, durante el año pasado el grado de autoabastecimiento energético se incrementó hasta el 22,8% -frente al 21,6% de 2008- gracias a la contribución de tecnologías autóctonas, como las energías renovables. Esto tiene una lectura muy positiva desde el punto de vista medioambiental, pues las emisiones generadas por el sector energético se han reducido en 55 millones de toneladas en el periodo comprendido entre 2005 y 2009.
Otro factor importante y positivo es que la economía española necesita cada vez menos energía para producir los mismos bienes. Desde 2005 se viene registrando una continua reducción de la intensidad energética -que ya suma un 13%-, por tanto, no se trata de un hecho aislado, sino que es consecuencia de los esfuerzos realizados en ahorro y eficiencia energética.
