En este círculo de consumo responsable participan activamente 13 productores orgánicos, la asociación Colectivo por una agricultura ecológica de Jalisco y los ciudadanos de la ciudad de Guadalajara. Cada uno aporta una parte muy importante para alcanzar su objetivo: fomentar en la población buenas prácticas sobre consumo responsable y cuidado del medio ambiente.

¨Una sociedad justa y en armonía con la naturaleza¨ es el ideal que identifica al Colectivo por una Agricultura Ecológica de Jalisco, una organización civil creada del movimiento ambiental que surgió en México y en el mundo en la década de los 80 frente al creciente deterioro del medio ambiente. A lo largo de 32 años de esfuerzo centrados en la creatividad, el dialogo y la articulación, han conseguido aglutinar asociaciones y personas interesadas  en contribuir al ciclo natural de la agricultura, cuidado del medio ambiente y el acceso al conocimiento.

Ciudades Semillas, Consumers International, Red Arbol, Red Mexicana de Mercadillos Orgánicos, Pesticide Action Network y Greenpeace son algunas de las organizaciones que unen esfuerzos para lograr que más personas se interesen e involucren en tareas relacionadas con la conservación de nuestro medio ambiente.

Dentro de la asociación han desarrollado programas y actividades enfocadas a diversos aspectos: programa de movilidad urbana, tallares de educación alimentaria y cuidado al medio ambiente, la ecotienda, campañas en favor de la ecología, foros, conferencias, capacitación para productores orgánicos, etc. Quizás el programa más exitoso es precisamente el Círculo de Producción y consumo responsable, en la que están involucrados 13 productores orgánicos, que producen desde Hortalizas, frutas, legumbres o granos, hasta cacao y chicle orgánico.

Víctor Flores, Integrante de la asociación Colectivo por una Agricultura Ecológica de Jalisco explica que, a partir de la implantación de talleres de consumo responsable, desarrollaron en Jalisco la agricultura de consumo responsable. “A partir de esos talleres, la gente que asistía a los cursos tenía o sentía  la necesidad de adquirir productos sanos, más responsables, orgánicos y de comercio justo. Además, el Colectivo por una Agricultura Ecológica imparte talleres a agrupaciones campesinas, con el fin de cambiar  prácticas en la utilización de fertilizantes y sustancias químicas por procesos de producción orgánica. Fue entonces cuando surgió el círculo de consumo responsable”.

Las Ecotiendas fueron el último paso para completar el círculo de consumo responsable. Lugar donde se reúnen productores orgánicos y consumidores, este mercadillo / ecotienda  fue el primero de este tipo que se creó en México. Actualmente hay toda una red denominada Red Mexicana de Mercadillos orgánicos que agrupa a más de 20 mercadillos en todo el país.

Además de frutas y verduras orgánicas, en las ecotiendas podemos encontrar venta de diversos artículos y mecanismos especializados en la cocción de alimentos mediante el aprovechamiento de la energía solar, como la estufa solar, que funciona creando efecto invernadero, aunque las hay también por concentración de calor hechas de aluminio. Para la conservación de alimentos han ideado un mecanismo denominado el deshidratador de alimentos que permite conservar alimentos, sean frutas, verduras, carne, pescado, leguminosas e inclusive guisos, sin necesidad de tener nevera, solo con el sol y el aire.

Al amanecer, los 13 productores están listos para empezar una jornada en la que aplican diferentes técnicas agroecológicas respetando el medio ambiente y el consumo sostenible, una labor admirable teniendo en cuenta que, además de contribuir al ciclo alimentario, también contribuyen a que millones de personas se alimenten de forma sana y tomen conciencia de la importancia que conlleva vivir en armonía con la naturaleza, además de ofrecer precios justos para productores y consumidores.

Rigoberto Pérez, productor orgánico que forma parte del círculo de producción de consumo responsable, nos cuenta cómo fue su vinculación con la ecotienda. “Llevo ya tres años trabajando las dinámicas de producción orgánica y agroecológicas, tuvimos una vinculación por medio de trabajar en pequeños espacios y la idea es crear una pequeña red de producción para el consumo responsable”. En su huerto se dedica al cultivo de especies frutales, especialmente cítricos, pero también produce maíz, chile, tomate y calabaza, ya que está interesado en incentivar también el cultivo de hortalizas.

Al preguntarle sobre la diferencia de los precios entre los productos orgánicos y los de venta común en los supermercados, en referencia del comercio justo explica, “Los procesos de la naturaleza van lentos, la cosecha y la producción implican más tiempo porque van al ritmo de la naturaleza, pero son más sanos y baratos, claro que en ocasiones algunos productores tenemos gastos imprevistos y dedicamos muchas horas al trabajo, lo que se traduce en que, en ocasiones, los precios se eleven, pero siempre con la idea de tener un comercio justo”.

Los precios de las hortalizas y frutos orgánicos que ofrecen estos productores se encuentran en algunos casos muy por debajo de los precios que se ofertan en los principales supermercados, pero los hay también con precios altos, no existe un equilibrio. La razón del desequilibrio es que se necesitan precios que cubran los costes reales de los agricultores en todo el mundo. Con frecuencia, la producción orgánica requiere más esfuerzo y resulta en producciones más bajas. Cada vez más consumidores están dispuestos a pagar un precio más alto a cambio de obtener productos de alta calidad. Recordemos que la producción orgánica implica cuidar el agua, la tierra, el aire, cuidar todos los procesos de producción e incentivar las cuestiones sociales y económicas, el comercio justo.

Antonio Hernández también es productor y, en su proyecto denominado México Orgánico,  trata de acercar productos de pequeños productores en México, que no se encuentran localmente en Jalisco, como el chocolate cultivado en el estado de Tabasco y Oaxaca, el café de Chiapas, el chicle natural obtenido naturalmente del árbol Chicozapote o chiclero del estado  de Quintana Roo.

“La Broma de Teo” es un proyecto realizado por Luciana Helguera (debe su nombre al árbol de cacao llamado Theobroma cacao) quien coordina con productores orgánicos de chocolate de Tabasco (estado del sur de México) la comercialización de chocolate mexicano con fusiones de licor de mezcal (una bebida alcohólica típica del centro de México), almendra, amaranto, arándanos, cardamomo y mandarina entre otros. El objetivo es ofrecer chocolate orgánico y fomentar el consumo del chocolate como golosina.

Como Rigoberto, Antonio y Luciana, todos los productores e integrantes de este círculo de producción orgánica trabajan diariamente en diferentes huertos de todo el territorio mexicano, y especialmente en la ciudad de Guadalajara y alrededores, huertos urbanos y rurales, en los que emplean un sistema de producción agroecológicas, desde la preparación de la tierra, elaboración de composta, cultivo, recolección y comercialización. Esta última etapa es la vinculación directa con el consumidor, es decir, han eliminado al intermediario, logrando un precio justo y entregando un producto de calidad, lo que se traduce en benéfico para ambas partes.

Hoy observamos que el comercio de productos orgánicos va en auge, aunque existen retos referentes al establecimiento de sistemas de producción orgánica certificados que nos pueden conducir a cambios en patrones de vida y consumo más saludables y armónicos con el medio ambiente.

5/5 - (1 voto)

1 Comment

  1. HECTOR ARTURO SOTO GARCÍA Reply

    Les felicito, me parece muy importante fomentar un estilo de vida que recupere una convivencia sustentable entre sociedad y naturaleza, esta no debe ser sólo una propuesta «novedosa» sino una nueva cultura que detenga el deterioro ambiental, el cambio climático y contribuya a nuevos paradigmas de convivencia y relación con la naturaleza.
    Puedo contribuir a este propósito con proyectos como fabricación de bicicletas de carga y más específicamente con la fabricación de Bombas de Ariete Hidráulico, las cuales permiten, a partir de contar con un pequeño desnivel, elevar agua a un nivel superior sin gasto de energía adicional. Si les interesa me pueden contactar.
    Saludos fraternos

Write A Comment

Guardar en Pinterest