Cuando pensamos en almacenamiento de energía, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que hay que transformar la energía eléctrica en energía mecánica o química para que sea viable. Algunos ejemplos de tecnologías mecánicas de almacenamiento de energía son el bombeo de agua a cotas más elevadas, la compresión de aire en reservorios subterráneos o el uso de volantes de inercia que almacenan energía en el movimiento de un pesado volante girando en un eje.
También existen tecnologías basadas en la energía electromagnética o los supercondensadores para el almacenamiento de energía, que guardan cargas eléctricas al aplicar una diferencia de potencial entre dos conductores separados por un aislante eléctrico.
Los acumuladores electroquímicos como las baterías son otras formas muy habituales de almacenamiento de energía. Destacan las pilas de plomo-ácido, las de sodio-azufre, las de sodio-níquel-cloruro, las de ion-litio y las de flujo redox de vanadio. Estas últimas son consideradas la tecnología punta en materia de baterías, con múltiples aplicaciones en sectores como las energías renovables, eléctrico, telecomunicaciones, agricultura y sanitario.
Colombia, tras la energía de las nubes
Colombia tiene un gran potencial en cuanto a tecnologías de almacenamiento de energía y apuesta fuerte por la investigación de nuevas formas de acumulación. Un ejemplo es el trabajo de los científicos de la Universidad Nacional de Colombia, que investigan nuevos mecanismos que permiten extraer y acumular la energía en las nubes durante las tormentas.
Las nubes de tormenta almacenan grandes cantidades de carga y generan grandes campos eléctricos ambientales. En la parte inferior de la nube se forman descargas eléctricas negativas y en el suelo, cargas positivas, lo que produce que se generen fuerzas de atracción entre las descargas eléctricas. Entre el suelo y las nubes se crea el campo eléctrico conocido como ‘corriente campana’, donde los investigadores logran captar pequeñas cantidades de energía.
Gracias a las últimas tecnologías, los ingenieros colombianos han creado un nuevo circuito electrónico capaz de alojar corrientes tan pequeñas como las de la pila de un reloj. Un paso fundamental en un nuevo tipo de almacenamiento de energía. El siguiente paso es conocer cómo se comporta el sistema para poder transmitir esta energía acumulada de forma eficiente a baterías de celulares y otros pequeños dispositivos electrónicos.
Fuentes: Flickr / Universidad Nacional de Colombia