Existe un buen puñado de medidas que podemos llevar a cabo para amortiguar los rigores de un verano temprano esta primavera y ahorrar energía. El primero de todos es ventilar bien la casa, pero no a cualquier hora o tendremos el efecto contrario. Es importante hacerlo cuando las temperaturas exteriores se encuentran entre los 18 y los 24ºC, es decir, prácticamente desde el atardecer hasta media mañana.

A medida que avanza el día, más calor se acumula y, precisamente por eso es muy recomendable evitar que los rayos del sol se cuelen en nuestro departamento. En los casos en los que el diseño del edificio no haya tenido en cuenta el cálculo de los aleros y parasoles, al menos cerrá los postigos o bajá las cortinas para evitar que la temperatura suba en el interior.

Ello, unido a otras medidas como fijar películas reflectantes en los vidrios nos ayudará a reducir la radiación solar en nuestra casa entre un 50 y un 80%. Además, también podemos pintar la fachada con colores claros y mejorar el aislamiento del techo con lana de vidrio o poliestireno expandido, lo que no sólo contribuirá al ahorro de energía en primavera y verano, sino también en invierno atajando la fuga de calor.

Asimismo, al margen del ecodiseño de nuestra casa, tenemos margen de mejora en el ahorro de energía con sencillos hábitos de consumo. Así, es clave apagar todos los artefactos eléctricos que no estemos utilizando porque disipan calor. Lo mismo sucede con las bombillas, puesto que si cambiamos por LED, seremos energéticamente más eficientes y, además, generarán menos calor en el ambiente.

El aire acondicionado es el artefacto que más electricidad consume cuando comienza el calor pero podemos conseguir ahorro de energía con otras alternativas. Es el caso de los ventiladores de techo, incluso los de pared, que al favorecer a la evaporación de la humedad de la piel reducen hasta en cuatro grados la sensación térmica.

Si a pesar de ello resulta inevitable activar el aire acondicionado –siempre que sea posible con etiquetado A-, sólo tenemos que configurar su temperatura entre los 24 y los 26ºC y también obtendremos ahorros de energía. Para mejorar aún más su refrigeración con menor consumo, lo más adecuado es no descuidar las pequeñas medidas de aislamiento en puertas y ventanas mediante la instalación de burletes y tapajuntas.

Fuentes ABC | El Confidencial | Clarín

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