La capital mexicana es una de las ciudades más pobladas del mundo (alcanza los 21 millones de personas si contamos todo el área metropolitana) y una de las más contaminadas. La apuesta por los vehículos de cero emisiones se presenta como una medida importante para mejorar la mala calidad del aire de la ciudad, uno de los grandes problemas ambientales y de salud a los que se enfrentan sus habitantes.
El modelo de taxi eléctrico elegido por el gobierno local ha sido el Nissan Leaf, un vehículo silencioso de cinco plazas con una autonomía más que suficiente para desplazarse por la ciudad: entre 160 y 180 kilómetros (hasta 200 kilómetros, si la batería se carga al completo). Los taxis pueden enchufarse en un punto de recarga situado junto a la Catedral Metropolitana, en el casco histórico de la ciudad. Los coches recargan sus baterías durante el día gracias a unos paneles solares que hay instalados en la estación y que suministran el 30% de la energía. Además de las recargas normales, que duran entre seis y ocho horas, existe la posibilidad de realizar recargas rápidas de 30 minutos.
El gobierno local busca el apoyo de la iniciativa privada para poder ampliar la flota de taxis eléctricos y poner en funcionamiento 100 vehículos a final de año.
Fuentes: Twenergy / Desenchufados / YouTube / El Heraldo / Flickr
