Niveles de contaminación disparados en algunas grandes ciudades como Madrid (que ha tenido que activar el protocolo de contaminación recientemente) o Barcelona (que superará nuevamente el límite anual de contaminación), aire con cotas de dióxido de nitrógeno (NO2) más altas de lo recomendable, problemas de salud que pueden derivarse de esta situación (la Agencia Europea del Medio Ambiente atribuye a España 1.700 muertes prematuras, por contaminación de ozono troposférico, situándola en el cuarto puesto de la UE), siete millones de muertes cada año debidas a la contaminación atmosférica… No es nuestra intención pintar un panorama lúgubre, pero está claro que el aire puro es una necesidad humana y medioambiental, y además, urgente. ¿Reflexionamos sobre ella?

¿Por qué es importante el Día Mundial del Aire Puro?

Como otros Días Mundiales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) quiere que estas efemérides nos sirvan para detenernos a reflexionar… Y actuar. La fecha (el tercer jueves de cada mes de noviembre) se estableció en 1992, porque ya entonces preocupaban las emisiones contaminantes que afectan al medio ambiente, a los ecosistemas y a la salud humana. En este día, los Gobiernos e instituciones de todo el mundo están llamados a monitorear la calidad del aire que respiran sus ciudadanos y a plantear acciones para mejorar.

¿Cómo se contamina el aire?

El aire se contamina con los humos de los vehículos y de las industrias, principalmente, pero también con aerosoles, polvo, ruidos, malos olores, radiación atómica, entre otros. El dióxido de carbono, el monóxido de carbono, los hidrocarburos, los óxidos de nitrógeno, los óxidos de azufre y el ozono son algunos de los contaminantes más habituales.

Según han apuntado organizaciones como Ecologistas en Acción, la contaminación del aire está principalmente relacionada con la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), que tiene lugar en los sectores industrial y del transporte por carretera. Según esta ONG, cerca del 80% de la contaminación atmosférica en España está causada por el tráfico rodado.

El temido dióxido de nitrógeno (NO2)

Según publica la Agencia de Salud Pública catalana, “el óxido nítrico (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO2) son los únicos óxidos de nitrógeno en la atmósfera e introducidos por el hombre”. Precisamente, Madrid o Barcelona aplican medidas anticontaminación porque el índice de estos temidos gases en el aire se ha disparado. “La principal fuente emisora de óxidos de nitrógeno a la atmósfera urbana son los vehículos (especialmente los motores diesel) y en menor medida instalaciones de combustión como las calefacciones”, explica la Agencia.

Efectos sobre la salud

La Organización Mundial de la Salud declaró que hace un par de años que la contaminación ambiental es cancerígena y que está detrás, como decíamos, de siete millones de muertes al año, algo similar a los índices del tabaco. El dióxido de nitrógeno (NO2) es el gas más dañino para la salud humana y por eso las autoridades sanitarias han fijado unos límites permitidos para exposiciones de larga y corta duración. “Una exposición breve al NO2 puede provocar irritación del sistema respiratorio y ocular. A largo plazo, los principales efectos pueden ser un desarrollo pulmonar más lento en los niños y la aparición de enfermedades respiratorias crónicas y cerebrovasculares”, explica la agencia catalana en su informe. Niños, ancianos y personas con problemas de salud como asma, enfermedades del corazón y pulmonares son la población más vulnerable.

¿Y si mejora el aire?

Según explica en su portal sobre contaminación la Organización Mundial de la Salud, “cuanto más bajos sean los niveles de contaminación del aire mejor será la salud cardiovascular y respiratoria de la población, tanto a largo como a corto plazo”. Por tanto, nos interesa.

¿Qué se puede hacer?

Por un lado, la OMS propone para las ciudades incrementar sus políticas e inversiones de apoyo en medios de transporte menos contaminantes, así como apostar por potenciar las energías limpias, por viviendas energéticamente eficientes, y por mejorar la gestión de residuos.

En los ámbitos rurales, reducir las emisiones domésticas derivadas del carbón y la biomasa, así como de la incineración de desechos agrícolas sería un gran aporte para mejorar la calidad del aire.

En Madrid, las autoridades han propuesto fijar un límite de velocidad más reducido, pero es una medida controvertida. Algunos expertos proponen rebajar el número de automóviles en carretera (o al menos en la zona céntrica de las ciudades), además de controlar las emisiones de los vehículos. No olvidemos que la bicicleta es barata y no contamina.

 

Fuente: Portal de Educación Ambiental | Agència de Salut Pública | OMS

 
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