Un buen ejemplo de ello es el Chaco que se extiende por las provincias de Chaco, Santiago del Estero, Formosa, norte de Santa Fe, Córdoba y San Luis, oeste de Salta, Tucumán, La Rioja y Catamarca, y el este de Corrientes. En esta ecorregión se conocen más de 3.400 especies de plantas, cerca de 500 especies de aves, 150 mamíferos, 120 reptiles y unos 100 tipos de anfibios. Además, los bosques chaqueños son una importante fuente de materias primas, reducen el impacto de las inundaciones durante las torrenciales lluvias del verano y juegan un papel protagonista en la captación, almacenamiento y purificación de gran parte del agua que fluye por la Cuenca del Plata.
Éste no es un caso aislado de riqueza de reservorio de biodiversidad. Así, encontramos el caso del Perito Moreno, el nevero más accesible del Parque Nacional Los Glaciares. En este Parque no sólo es posible maravillarse con su manto helado, también nos sorprenderemos con sus hermosos bosques, dos sistemas lacustres e, incluso, una porción de estepa patagónica.
Mucho más al norte se encuentra el Parque Nacional Talampaya, que con una superficie de 215.000 hectáreas fue declarado por la UNESCO Patrimonio Natural de la Humanidad en el año 2000. Entre uno y otro, se encuentran Los Arrayanes, donde está ‘La Catedral’, llamado así porque en la antigüedad celebraban en el sitio ceremonias y rituales en honor al sol. Sus bosques esconden dos especies de árboles de arrayan que pueden llegar a medir hasta 17 metros de altura y en cuyas ramas crecen musgos hongos y orquídeas de varias clases.
Y en plena Pampa, el Parque Nacional de Lihuel Calel, un microambiente por el que se extienden los arbustales de jarillas, con bosquecillos aislados de chañar, piquillín, mata chilladora e incienso o molle y en el que para admirar su fauna habrá que mirar tanto hacia abajo (puma, zorros gris, tucu-tucu, marmosa, piche, guanacos…) como hacia arriba (halconcito gris y los jotes de cabeza negra y colorada…).
En suma, contamos con una larga lista de biodiversidad, desde el guanaco el zorro colorado fueguino o las orcas y cachalotes de Tierra de Fuego; a las pirañas, 30 especies de anfibios o el ocelote de Río Pilcomayo; pasando por las víboras ciegas, el gato pajonales o el águila mora de la Quebrada del Condorito.
¿A qué esperás para ponerte en marcha y disfrutar de estos ambientes?
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