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Los 5 hábitos saludables que mejorarán tu rutina
1. Muévete en bicicleta
La bicicleta está de moda y, en verano, más. De montaña, de aspecto retro, con piñón fijo… da igual el modelo. El fin es (o debería ser) el mismo: desplazarse por la ciudad de una forma rápida, limpia, económica y, siguiendo unas normas, también segura. Un dato es especialmente revelador: en España se venden al año más bicicletas (780.000 unidades, el 4% del total de la Unión Europa) que coches (700.000), según datos de la Federación de Ciclistas Europeos. Las ciudades van respondiendo a las demandas poco a poco, muchas veces sin las infraestructuras necesarias y, cada vez más, con sistemas públicos de préstamo. El último, de bicis eléctricas, se ha inaugurado esta misma semana en Madrid.
¿A qué se debe esta inclinación por las bicis? Quienes las usan para moverse por ciudad lo tienen claro: sus ventajas sobre el coche, la moto o el transporte público en trayectos inferiores a ocho kilómetros son innumerables.
Beneficios del uso de la bicicleta:
Es adictivo
La 'bicedependencia' tiene una explicación científica. Eva Ferrer Vidal-Barraquer, especialista en medicina deportiva y autora del libro Cambia de vida, ponte a correr, indica que la adicción al running y a otros deportes es algo más que una forma de hablar y que está probada. “Se generan endorfinas. Saber que es una actividad que te va a dar placer te engancha y es psicológicamente adictivo”, señala.
Es muy sano
El doctor de medicina deportiva Ingo Froböse, de la Deutsche Sporthochschule de Colonia, aseguró tras un estudio que esta actividad reduce la presión arterial y mejora el ritmo cardíaco. Además, afirma, pedalear diez minutos al día puede rebajar hasta en un 50% los riesgos de infarto y contribuye a reducir la grasa corporal.
Froboese asegura que se reducen por un lado los riesgos vasculares y los problemas derivados del sobrepeso. Hay más: adoptar una posición correcta sobre el sillín fortalece los músculos de la espalda y previene los dolores y las contracturas.
Bueno para la convivencia
Los aficionados afirman que al montar en bici no sólo mejoras tu salud, sino también la de los demás porque es un medio de transporte muy limpio. Si se lograsen unos niveles de uso de la bici similares a los de Dinamarca, donde los ciudadanos pedalean un promedio de 2,6 kilómetros al día, se lograría reducir un 26% las emisiones de carbono en las ciudades, según un estudio de la Federación Europea de Ciclistas.
Esa reducción sería clave en las grandes ciudades. Por ejemplo, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (Creal) de Barcelona concluyeron tras un estudio que en México DF el uso habitual de la bicicleta disminuiría en un 24% el número de muertes anuales vinculadas a enfermedades cardiovasculares e infecciones respiratorias.
Es más rápido
Los aficionados a la bici aseguran que, para distancias inferiores a los 8 kilómetros en ciudad, la bicicleta es el medio más rápido.
Es más barato
Una bicicleta es un modo de transporte barato ya que no necesita un mantenimiento excesivo y su independencia de aspectos como la gasolina la hacen una opción ideal para ahorrar dinero a final de mes.
2. Empieza a comer sano
Adelgazar o seguir una dieta sana es uno de los primeros propósitos de la lista para la vuelta del verano. Si además una persona se plantea practicar ejercicio y dejar de fumar, al tiempo que cuida su dieta, las buenas intenciones de velar por la salud se pueden transformar en sacrificadas obligaciones. La visión global de estas propuestas sanas puede resultar un deber difícil de llevar, a pesar de que la recompensa final merece el esfuerzo. Los productos ecológicos son la mejor manera de empezar.
3. Hacer ejercicio
El anhelo de muchos es comer y no engordar, pero esto se va desvaneciendo en la imaginación porque no se puede, a menos que tengamos buenos genes y nuestra constitución sea delgada. Por el contrario, si comemos de más y no nos ejercitamos, subiremos de peso.
A lo largo del año, nuestro peso va a ir variando. En época de verano estamos físicamente bien, pero para cuando llega el invierno subimos unos kilos de más; o viceversa. Hoy te vamos a ayudar con algunos consejos para que puedas mantenerte en el peso ideal durante el año.
No es necesario ir al gimnasio todos los días de año para estar en forma. Dividir la rutina es primordial para no subir de peso. Separa tiempo para el gimnasio, puedes ir de 3 a 4 veces por semana. Hazte una agenda para ti y para controlar tus horarios del día. Esto ayudará mucho para centrarte en lo que debes hacer en cada momento.
Si no tienes tiempo de ir al gimnasio no es un problema, porque con hacer ejercicios en casa ya estaremos quemando calorías. Todo es cuestión de separar un momento al día para ejercitarse y así mantenerte activo.
4. Hidratarse
Hay un gran número de motivos por los cuales hay que hidratarse bien todo el año. Seguramente habrás leído infinidad de artículos sobre la importancia de hidratarse bien en verano, pero nunca se incide lo suficiente en lo necesario que es tomar agua durante todas las épocas del año. Eso lleva a muchas personas a descuidar su hidratación en estaciones del año en las que sudamos menos porque el clima invita más al sedentarismo.
Al finalizar el verano la piel suele estar castigada por el efecto dañino del sol. Más allá de que la gente haya usado cremas hidratantes y haya hecho lo posible para hidratarse bien, la piel necesita que sigamos perseverando en los cuidados. Por eso hay que insistir tomando los vasos de agua que los médicos y especialistas recomiendan, es decir, alrededor de dos litros diarios.
La cantidad de agua que se precisa para hidratarse bien no es un capricho. Precisamente, el cuerpo humano no está preparado para acumular agua, y cada día perdemos alrededor de dos litros de líquido en forma de orina, heces, sudor, y mediante la respiración. Por tanto, hay que reponer la cantidad de agua que eliminamos cada día.
Hidratarse bien es fundamental para que nuestra piel luzca bonita y sana. El sol y nuestra actividad diaria puede ocasionarle daño. Con el tiempo, las arrugas aparecen si durante nuestra juventud y madurez no nos hemos cuidado bien. Por tanto, hay que crear el hábito de hidratarse bien para retrasar las señales del envejecimiento.
Cuando acaba el verano y llega el frío, solemos comer alimentos que contienen más calorías. Un truco que vale la pena poner en práctica es beber un vaso de agua antes de cada comida. De esta manera, vaso a vaso, conseguiremos reducir el apetito. De esta manera veremos que hidratarse bien es una manera muy inteligente de saciar las ganas de comer y mantenernos más esbeltos ya que el agua acelera el metabolismo.
Además, hay que recordar que el agua no sólo es incolora e insípida, sino que además, su aporte calórico es de cero calorías. Es decir, que por sí sola no aporta calorías. Si bebemos líquidos en forma de frutas o zumos, además de agua, estaremos aportando azúcares. En general deberíamos beber sólo agua del grifo con el objetivo de que nuestro organismo pueda hidratarse bien.
Por eso, independientemente de la época del año que sea, si se es deportista o no hay que hidratarse bien. Mucho más si hacemos deporte de competición. Una deficiente hidratación está relacionada, también, con la pérdida de concentración. En cualquier deporte, con el cansancio aparecen los errores y las dudas, que es lo que suele hacer que la balanza se decante a favor de un deportista u otro. Por tanto, algunas veces, el éxito o el fracaso puede estar detrás de una buena hidratación.
Los niños deben ver como los padres beben cada día agua del grifo. De esta manera aprenderán lo importante y positivo que es beber agua para mantenerse hidratado y tener salud y bienestar desde que son pequeños.
5. Cuidate con las mejores cremas
El cuidado de la piel es esencial y durante el año la debemos cuidar con productos destinados a este fin. Cremas , serums o tónicos son algunos de los producto que podemos incluir en nuestra rutina de cara a mejorar el aspecto y el cuidado de nuestra piel.
La vuelta del verano puede ser muy dura y más, si no estamos preparados para cuidarnos y ponernos en forma. Estos cinco consejos son esenciales si quereis empezar con buen pie el nuevo “curso”.
Fuentes: Elaboración propia