¿Te gustaría hacer tu propia batería? Podrías recargar tu smartphone o algunos juguetes de los niños, ¡o hasta enseñarles a hacerlas! La idea es fácil y útil y se lleva a cabo con agua. Sí, con agua. La idea la ha lanzado al ciberespacio Roy02, con licencia Creative Commons, en la web Instructables y consiste en «hacer una pila galvánica» que también se podría alimentar con plantas o vino.

Esta es tu lista de la compra para ponerte manos a la obra. Son materiales que puedes adquirir (en su mayoría) en una ferretería: Sulfato de cobre, Sulfato de zinc, Agua, Led o luces de bajo voltaje (para el testing), Cables de sujeción, 6 botellas de plástico (de un litro cada una), 6 piezas de cobre, 6 piezas de zinc.

Paso 1. Llena las seis botellas con agua. Si las pones en un marco de madera, será más fácil que no se muevan. Deben estar en un rectángulo de tres frente a tres, para establecer así el circuito. Corta el cobre y el zinc en seis trozos cada uno, y ponlos bien sujetos en el cuello de cada botella.

Paso 2. Con las botellas llenas,  conecta los ánodos y los cátodos, o los  polos positivos y negativos:

– botella izquierda arriba: añadir 20 gr de sulfato de cobre

– botella izquierda abajo: añadir 20 g de sulfato de zinc

– botella centro por encima: añadir 20 gr de sulfato de zinc

– botella centro continuación: añadir 20 gr de sulfato de cobre

– botella derecha arriba: añadir 20 gr de sulfato de cobre

– botella justo debajo: añadir 20 g de sulfato de zinc

Cada botella produce alrededor de 2 voltios.

El circuito eléctrico se crea de la siguiente manera: conecta el cobre al cable rojo, con el zinc  en el otro lado, por lo que habrá un polo a + y otro a – . Pon zinc para el cable oscuro y en el otro extremo de cobre. Comienza en la primera botella con el cobre y en la segunda botella el final  será el zinc. Empieza de nuevo con un cable rojo que terminará en la próxima botella. Hay que empezar de nuevo con un hilo negro. 

Paso 3. Asegúrate de que los cables de sujeción no tocan el agua. Termina de llenar las botellas y conecta los cables, con un signo + en el rojo y  – en el cable negro de la primera y la última botella.

Paso 4. Cubre los cuellos de botella con plástico o caucho para minimizar la evaporación. Mide la tensión con un voltímetro. También puedes comprobarla con un Led cercano a la  tensión media que se produce. La imagen muestra un Led a 12 voltios. 

Paso 5. Usando las pinzas, conecta la batería a un cable de carga, y ¡listo! Con ello podrás recargar un aparato de baja potencia o, posiblemente, incluso un teléfono móvil.

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