A todos nos gusta poner una mesa bonita en estas fiestas, pero ¿qué tal si este año lo hacemos con conciencia y tratamos de ser respetuosos con el medio ambiente, así como de derrochar menos? ¡Los niños además disfrutarán muchísimo ayudándonos! Aquí van unas cuantas ideas:

Manteles

Cierto. Son la base de una mesa bonita, pero ¿de verdad necesitamos comprar uno nuevo? Lo mejor es reutilizar alguno que tengamos guardado, ¡incluso aunque no sea navideño! Si va a tono con las fiestas (es rojo, verde, hasta blanco o tiene detalles dorados) es perfecto, pero recuerda que si no lo tienes, para pocos días al año no compensa comprar.

Rebusca entre tus telas, puede que tengas alguna que te sirva por ahí. ¡O mira incluso tus sábanas! Si hay alguna blanca que ya no quieras, busca pinturas para telas con tus niños y que escriban en ella frases navideñas bonitas. O cosedles bolitas. ¡Hasta pompones puedes ponerles! Imaginación (y reciclaje) al poder.

Servilletas

Aunque en el supermercado se nos vayan los ojos tras las que llevan motivos navideños, es más ecológico recurrir a las de tela, que se pueden lavar y reutilizar. Ocurre lo mismo que con el mantel: revisa lo que tienes, pregunta incluso en casa de tus tías y abuelas, y seguro que se te ocurren mil ideas. Para colocarlas en la mesa, bastará con que las ates con una cuerdita y unas hojitas para conseguir un resultado espectacular.

Servilletas para la mesa de Navidad

Copas y vajilla

Revisa todo lo que tienes. No te vuelvas loco. Si no tienes mucho, pon sólo una copa por invitado y se lava (gastarás menos). ¿Que no son iguales? No importa. Se lleva mezclar, y además no hay nada que una bonita servilleta o adorno encima no puedan arreglar.

¿Que quieres una bandeja especial para los postres o entrantes? Es muy fácil: escoge una fuente que ya tengas y cúbrela con papel de diario. Repite varias veces la operación, creando varias capas. Pégalas con cola o una mezcla de harina y agua (es barato ¡y funciona!). Deja secar y quita la fuente que ha sido tu molde. Luego, pinta de rojo o dorado y barniza. Queda resistente, brillante, ¡y la has hecho tú!

Manualidades con elementos reciclados

La afición al DIY crece cada día, y gracias a las redes sociales podemos buscar inspiración hasta el infinito y más allá para rodear nuestras mesas. Entre nuestras favoritas, tenemos: calendarios de adviento creados con rollos de papel higiénico; calendarios con sobres que podemos hacer con los niños con papeles que tengamos por casa; miniarbolitos de Navidad hechos con piñas de los árboles recogidas en el bosque que quedarán preciosos como centros; servilleteros con rollos de papel; portavelas navideños con frascos de cristal… también puedes crear tus propias guirnaldas con telas rojas, blancas, verdes: las cortas en tiras y luego las atraviesas con un alambre. ¡Queda muy bonito!

Otra idea preciosa consiste en crear una guirnalda con piñas y un poco de tela de arpillera. Y si no te atraen las manualidades, basta con bajar con tus niños a recoger ramitas, hojitas, y maderitas al parque para ponerlas por la mesa a modo de decoración. También sirven ramitas de canela y cáscaras de naranja o limón.

Guirnalda con piñas y tela Navidad

Centros de mesa

De nuevo repetimos nuestro mantra: no hace falta comprar. ¿Qué tal si creas unos centros con verduras de temporada, o con unas sencillas calabazas? Los dulces también decoran. ¡Queda precioso! Recuerda que los pompones están de moda. ¿Tienes lanas? Ponte a hacer pompones como loco y llena tu mesa, ¡dan un aire muy acogedor! Otro centro de mesa bonito consiste en algo tan sencillo como colocar una planta de las que tengas en casa en medio de la mesa. Si quieres le atas un lazo. O la rodeas de velitas. Unas velitas en el centro con canela te quedarán muy especiales. Los lazos pueden servirnos también para decorar toda la mesa y hasta las sillas. Rebusca todo lo que tengas en tu costurero y ¡desarrolla tu creatividad! Y las velas puedes hacerlas tú mismo.

¡No olvides revisar todo lo que tienes!

Por último, si pese a todo lo anterior has decidido comprar, revisa de verdad qué te hace falta. Si le echas imaginación, ¡hasta las postales viejas te servirán para crear un ambiente especial! Piensa sobre todo en qué se puede volver a utilizar. El planeta te lo agradecerá.

 

Fuente de imágenes: Pinterest 

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