Según han descubierto los científicos, este gato montés argentino estaría siendo decisivo a la hora de preservar los bosques, en especial, del Delta del Paraná (una gigantesca llanura de inundación de 17 mil kilómetros cuadrados), en el que ha encontrado su hábitat natural. Especies como el álamo y el sauce habrían mejorado su supervivencia gracias a la intervención de este felino.

¿Cómo es posible? Al parecer, su papel decisivo es consecuencia de actuar como un pesticida natural. Su orina es capaz de repeler, no sólo a estas plagas de insectos, sino incluso a otros animales de mayor tamaño que podrían producir daños en las plantaciones, desde conejos y ratones hasta ciervos.

La principal ventaja de este tipo de pesticida natural es que, como procede de este tipo de gato montés argentino, sin la intervención artificial del hombre, el equilibrio del ecosistema está garantizado de un modo mucho más ventajoso que cuando se persigue con productos sintéticos.

Los beneficios que ha traído consigo el gato montés argentino no son únicamente los evidentes al medio ambiente, contribuyendo a mantener la masa forestal y, con ello, reducir los efectos de los gases de efecto invernadero, sino que también ayuda a dinamizar las economías locales. A fin de cuentas, son muchos los productores de madera que se beneficiarán de la eliminación de plagas y pestes que lleva a cabo el gato montés argentino.

Estos son los motivos por los que se ha puesto en marcha una campaña de preservación del hábitat. Para ello, además de continuar teniendo muy presente la protección del gato montés argentino –para lo que ya se les está poniendo chips para seguir su trazabilidad-, también se ha apostado por adoptar medidas para la conservación de la biodiversidad en las plantaciones forestales, que habrán de comercializar la madera de un modo sustentable y siempre respetuoso con el resto de la fauna autóctona.

El proyecto supone un paso más adelante en la preservación del gato montés argentino, que fue catalogado en la década de los años 80 como especie casi en extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Precisamente para contribuir a su protección han surgido iniciativas como ‘El Paraná No Se Toca’, que ha conseguido ser parte de la red de organizaciones ambientalistas que trabajan en todo el delta del Paraná.

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