Lo que hagan los neoyorkinos lo repetiremos los demás. Sus malos humos son nuestros. Sus aires de grandeza, también. La idea ‘eco’ se cocinó en Tribeca. Con un tamaño y densidad que la hacen única, vertical, y con una de las mayores dotaciones de infraestructura de transporte público de nuestro planeta, su densidad de población tiene beneficios ambientales y peligros al mismo tiempo, pero la megacity, hambrienta, necesita un complejo sistema de suministros cada día. Tomemos nota:
NY tiene un uso de transporte público excepcional y por ello el 90% de los neoyorkinos utiliza transporte público para acceder a diario a sus puestos de trabajo; el consumo de combustibles en la ciudad se encuentra en valores, anuncian sus habitantes “equivalentes a la década de 1920”. Los neoyorquinos emiten muchos menos gases de efecto invernadero per cápita que el promedio estadounidense: de 7 toneladas por persona y año, frente al promedio nacional de unas 24 toneladas. Nueva York representa el 1% de las emisiones de gases de efecto invernadero de los Estados Unidos, frente al peso de casi el 3% de su población. El neoyorquino promedio también consume menos de la mitad de la electricidad que un residente de San Francisco y casi un cuarto de la electricidad consumida por un residente de Dallas.
Observando el transporte privado y el censo descubrimos que Nueva York es la única localidad en Estados Unidos donde más del 50% de las casas no poseen un coche (incluso Manhattan, supera el 75%), mientras que a nivel nacional, la tasa es del 8% de viviendas sin coche. La verticalidad de la misma tiene esos beneficios, frente a nuestras ciudades horizontales, donde el diseño ha requerido una dotación de infraestructura ineficiente apoyada en el mayor uso de vehículo privado. España particularmente presenta mayores proporciones que Europa.
Pero a pesar de las pautas de consumo energético, su contaminación es muy elevada. En los últimos años la ciudad se ha centrado en la reducción de su impacto ambiental, con un gobierno concienciado en la compra de equipos más eficientes energéticamente, gas natural comprimido y electricidad en autobuses, taxis eléctricos e híbridos, etc
En Nueva York, el 75 por ciento de los gases de efecto invernadero (GEI) provienen de la energía utilizada en los edificios, y son aquellos mayores edificios los responsables del 45 por ciento de todas las emisiones de carbono en la ciudad. Existen interesantes proyectos de seguimiento del consumo de cada edificio. Recorriendo sus avenidas, encontramos las mejores referencias en consumo edificios como Torre Hearst, World Trade Center y Empire State entre otros.
La ciudad de Nueva York recibe agua potable a la cuenca protegida montañas Catskill. Como resultado de la integridad de la cuenca y sin molestias proceso natural de filtración de agua, Nueva York es una de las cinco principales ciudades de los Estados Unidos con el consumo de agua lo suficientemente pura como para no necesitar la depuración con plantas de tratamiento de agua. Nueva York se ha convertido en un líder en eficiencia energética y de recursos como el World Trade Center, que recicla el agua de lluvia y la utiliza en los inodoros y para riego, y calefacción controlada por ordenador y la iluminación.
Más de 11.000 semáforos en la ciudad utilizan led, con un 90% de menor consumo energético que las lámparas convencionales. Los fabricantes de tecnología encuentran en esta ciudad el lugar para probar las últimas tendencias y tecnologías para satisfacer las necesidades de la ciudad de manera sostenible y es que la economía de Nueva York es superior a la de paises como Suiza, tamaño que otorga a la ciudad un gran potencial para establecer nuevos estándares tecnológicos de facto para el resto del planeta.
Tras la II Guerra Mundial la construcción, los cambios en las regulaciones de zonificación y el uso generalizado de aire acondicionado condujo al diseño de vidrio sellado y torres de acero. Sin las fuentes naturales de luz y ventilación, estos edificios requieren grandes cantidades de energía para funcionar. Un enorme reto de transformación que por delante Nueva York pertenece al pacto de alcaldes -Michael Bloomberg además en 2009 firmó Greener, Greater Buildings Plan (GGBP), C40 Climate Leadership Group – uniendola a las ciudades que «se esfuerzan por cumplir o superar los objetivos del Protocolo de Kyoto en sus propias comunidades». Se puede ver con mayor detalle el informe de seguimiento. La descarga de este curioso informe de 25 MB es el momento perfecto oir el que ha sido considerado nuevo himno de la ciudad Empire State of Mind , que por décadas tuviera Frank Sinatra. Have a nice day. It’s up to yo, New York, New York…
Música: Alicia Keys – Empire State Of Mind version II para I Heart Radio
Fuentes: Twenergy / Imágenes aportadas por el colaborador Rafael Sánchez