Este es un proyecto de agua potable mediante bombeo con energía fotovoltaica que fue puesto en marcha a finales de julio del 2012, y la duración de la ejecución ha sido de 8 meses. Me gustaría resaltar que en la mayoría de nuestros proyectos tratamos de incorporar energías renovables, por varias razones, la primera porque creemos en la necesidad de conservar el medio ambiente, la segunda porque es una buena solución tecnológica cuando desarrollamos nuestros proyectos en zonas rurales aisladas y tercera porque tecnológicamente son más fáciles de mantener, entre otras razones. Este proyecto ha consistido en la ejecución de un sondeo, equipado con un equipo de bombeo solar fotovoltaico, la fabricación de un depósito elevado de 15 metros y la construcción de 4 fuentes públicas. Para este proyecto se ha creado un comité de gestión que debe garantizar la viabilidad futura del proyecto.
Con este proyecto nuestro objetivo ha sido contribuir a la mejora de las condiciones de vida de los habitantes del poblado de Illir, en el departamento de Mayo-Kani, Camerún, mediante la mejora del acceso al agua potable. ¿Qué conseguimos al disponer de agua potable de mayor calidad y en mayor abundancia? Lo primero que se consigue es aliviar las enfermedades que tiene su origen en agua de mala calidad o contaminada. Además permite que el tiempo que se usa en el acarreo del agua, cuando hay que buscarla lejos, se utilice para otras actividades, ya sean domesticas o agrícolas. También, mejora el tiempo que los niños dedican al estudio, ya que no debemos olvidar, que suelen ser los niños y las mujeres las que se ocupan de estas tareas.
Este proyecto tiene una repercusión inmediata en 1.000 personas que se pueden beneficiar de forma directa del agua de las fuentes y de un número indeterminado de otras personas y animales que también pueden usarlas.
Como he dicho al principio este proyecto no hubiera sido posible sin el entusiasmo de nuestros voluntarios, que han sido muchos y que han puesto su talento y su trabajo para llevar a buen puerto el proyecto, liderados por Thierry Reyners. Pero tampoco hubiera sido posible sin la financiación aportada por el Gobierno de Navarra, Caja de ahorros de Navarra, los Amigos de Esf y los fondos propios de Esf aportados por sus patronos. A todos ellos mi reconocimiento y agradecimiento más sincero.
Solemos decir en el mundo de la cooperación que si quieres que un proyecto salga adelante, según la planificación realizada, se necesita una contraparte solida y solvente, es decir es necesario un socio local competente que sea los ojos y los brazos de Esf en el terreno. Pues bien, en este caso nuestro socio local ha sido la Fondation Bethléem de Mouda, que tiene una experiencia contrastada en seguridad alimentaria y habilitación de pozos. Ha sido una suerte poder contar con esta institución como contraparte, porque nos ha hecho nuestro trabajo mucho más fácil y sencillo. Gracias.
Quiero terminar invitándoos a entrar en nuestra web y animaros a colaborar con nosotros, hay mucha gente que nos necesita. Gracias.
Fuentes: imágenes aportadas por Energía sin Fronteras