La AIE es un organismo autónomo, enmarcado dentro de la OCDE, que lleva operando desde 1974. Promueve la seguridad energética entre sus países miembros, mediante la coordinación de una respuesta colectiva a las posibles interrupciones del suministro de petróleo ?y, la investigación y el análisis de las posibilidades de garantizar una energía segura, asequible y limpia.
Algunos de sus objetivos son:
– Asegurar el acceso de sus países miembros a una oferta abundante y segura de todos los tipos de energía.
– Promover las políticas energéticas sostenibles que estimulen el crecimiento económico y la protección ambiental en un contexto mundial. En especial, en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
– Aumentar la transparencia de los mercados internacionales mediante la recopilación y el análisis de datos sobre energía.
– Apoyar la colaboración mundial en tecnología energética, para asegurar el suministro futuro de la energía y moderar sus efectos sobre el medio ambiente.
– Hallar soluciones para los desafíos a los que, en materia de energía, se enfrenta el planeta a través de la participación y el diálogo con países no miembros, la industria, otros organismos internacionales y demás interesados.
A la espera de su presentación oficial en Madrid, a través del economista jefe de la AIE y máximo responsable del estudio, Dr. Fatih Birol, la edición 2012, cuenta con un análisis en profundidad de cuestiones estratégicas que influirán en el futuro energético como son, entre otras:
– La eficiencia energética, analizando lo que su potencial económico podría suponer, país por país y sector por sector, para los mercados del petróleo, el medio ambiente y la economía.
– Las perspectivas del sector energético de Iraq, examinando tanto su papel en la satisfacción de las necesidades internas del país, como en la demanda de petróleo y gas a nivel global.
– El nexo agua-energía, estudiando las implicaciones que el uso del agua supone para las diferentes formas de producción de energía, teniendo en cuenta que el acceso a los recursos hídricos está sometido a cada vez una mayor dificultad.
– El acceso universal a la energía, analizando los indicadores del progreso hacia la consecución de este objetivo.
Otro aspecto que contempla el WEO y que es un motivo de gran preocupación, no es otro que el elevado número de personas sin acceso a la electricidad, cerca del 20% de la población mundial. Sigue habiendo dudas sobre la fiabilidad de la oferta de energía, al tiempo que las inquietudes sobre la crisis económica y financiera internacional, han desviado la atención de los gobiernos lejos de la política energética y climática integrada, limitando su capacidad de intervención y poniendo en duda el cumplimiento de los objetivos acordados en materia de cambio climático.
La función que desempeñan los poderes públicos, sigue siendo decisiva a la hora de definir los objetivos y aplicar las medidas necesarias para configurar nuestro futuro energético.
Fuentes: Twenergy / imágenes aportadas por el colaborador Carlos Guasch.