Este nuevo tipo de energía renovable está basado en un fenómeno natural llamado ósmosis, que podemos definir como el paso del agua a través de una membrana semipermeable y es el mismo fenómeno que utilizan las plantas para absorber la humedad a través de sus hojas y retenerla, manteniendo así su hidratación.
Ahora la empresa Stalkraft ha centrado su atención en la gran cantidad de energía que se libera cuando una masa de agua dulce se encuentra con otra de agua salada, por ejemplo en la desembocadura de un río en el mar. Esta energía puede ser utilizada para generar electricidad mediante ósmosis. En la planta de producción se separar el agua salada del agua dulce en cámaras estancas con una membrana semipermeable. La presión que ejercen las moléculas de sal del agua salada sobre el agua dulce a través de dicha membrana incrementa la presión en la cámara del agua salada. Esta presión equivale a una cascada de 120 metros de agua y es capaz de mover una turbina que genera electricidad. El resultado sería una fuente de energía renovable y limpia.
«En tiempos de cambio climático y de necesidad de producir energía limpia, estamos muy orgullosos de presentar una fuente de energía renovable que hasta ahora nunca había sido utilizada», ha dicho Bård Mikkelsen, CEO de Stalkraft.
El gran desafío al que se enfrenta ahora la empresa es la fabricación de una membrana que se ajuste a las necesidades que este tipo de energía requiere. Ésta es una cuestión muy compleja, ya que en los años 70 se intentó generar energía con este método y la ausencia de una membrana compatible paró el proyecto. Sin embargo, con la planta piloto en marcha -que hasta ahora se ha utilizado sólo para el estudio del potencial de la ósmosis-, Mikkelsen cree que pueden llegar a «producir de un modo competitivo y a gran escala». Su objetivo es que en unos años ya puedan abastecer a miles de hogares noruegos con energía osmótica.
Pero no todo son opiniones positivas acerca de este proyecto. Algunos científicos, como Ian Fells, se han mostrado escépticos porque consideran que la inversión es demasiado costosa y que puede afectar al ecosistema marino.
De todos modos, el proyecto necesita tiempo para desarrollarse completamente, así que tendremos que esperar unos años para saber si la energía osmótica se consolida como una alternativa real para acabar con el cambio climático.
Fuentes: Twenergy / statkraft.com / bbc.co.uk / flickr.com