Como muchas de las grandes ideas de la Humanidad, recordemos a Newton y su manzana, esta surgió de la mera observación de una actividad de lo más cotidiana: caminar a toda velocidad en plena hora punta en una estación de una gran ciudad. El escenario fue Londres y el científico, un joven estudiante de diseño industrial. ¿Cómo sacar electricidad de toda esa energía mañanera concentrada en gente apresurada por llegar a sus trabajos a tiempo?
La clave, como en otros proyectos basados en la cinética, está en la piezoelectricidad, una propiedad que tienen ciertos cristales de polarizarse eléctricamente cuando son sometidos a presión, y a la inversa. El peso de cada paso actúa sobre estas baldosas inteligentes hundiéndolas apenas cinco milímetros lo que se traduce en ocho vatios de energía por pisada.
“Los ingredientes” de estas baldosas son un secreto industrial no desvelado. Pero el promotor de la idea, Lawrence Kemball-Cook asegura que entre los ingredientes que incorpora Pavegen, que así se llama el invento, más de un 60% son materiales reciclados, entre ellos neumáticos de camiones.
Walking sobre seguro
De capital inglés, la sede de la empresa se encuentra, como no podía ser de otra manera, junto a una estación de tren: King’s Cross. La celebración de los pasados Juegos Olímpicos de Londres fue una oportunidad de oro para Pavegen que aprovechó el evento deportivo para demostrar lo que pueden llegar a hacer. En uno de los concurridos accesos al Parque Olímpico se instalaron una docena de baldosas que fueron capaces de generar, gracias a las más de 12 millones de pisadas soportadas, 72 millones de julios. Potencia suficiente para, por ejemplo, cargar 10.000 teléfonos móviles durante una hora.
Lógicamente, esta fuente de energía sostenible y renovable requiere una ubicación de gran tránsito de peatones. Entre las localizaciones más propicias para colocar este pavimento se encuentran calles comerciales o de oficinas, intercambiadores de transportes, centros de estudio o grandes eventos públicos, como el concurso que convocó la marca Johnnie Walker, el nombre le venía como anillo al dedo, para promocionar los proyectos de jóvenes innovadores. En España, la idea tecnológica más votada fue la de Pavegen -también en Grecia y Bulgaria-, gracias a lo cual los madrileños disfrutaron durante una semana de una pasarela con varias baldosas en el Edificio de Telefónica de la Gran Vía. Esta suerte de “alfombra verde” consiguió generar la energía suficiente para alimentar varias señales LED y semáforos de la zona.
Puedes ver los vídeos de las «pisadas» en este enlace.
Pies para qué os quiero
El funcionamiento de esta idea es muy sencillo. La pisada hace que la superficie de la baldosa descienda 5 mm generando electricidad en la base de la unidad a través de la tecnología patentada por Pavegen. El mecanismo incorpora una batería que almacena el 95% de la energía mientras que el 5% restante enciende instantáneamente una lámpara central. De momento, esta energía se suele utilizar para alimentar dispositivos de iluminación, pantallas de información, sistemas de señalización electrónica o para cargar móviles y dispositivos de sonido.
Además de generar energía, Pavegen incorpora una tecnología capaz de transmitir estadísticas detalladas sobre la potencia generada, el comportamiento de los caminantes y patrones de pisada que pueden ser supervisados en tiempo real a través de la Red.
Fuentes: Twenergy / Pavegen / National Geographic / (c) imagen: Pavegen