Cada año se compran millones de toneladas de ropa, de la cuales alrededor de tres cuartas partes acaban en los vertederos en el mismo año, unos residuos originados por prendas usadas en muy pocas ocasiones. De ahí la importancia de que, por un lado, el consumidor cambie sus hábitos de consumo “fastfashion” y, por otro, que los diseñadores fabriquen prendas más valiosas para que el consumidor use la ropa durante más tiempo.
Al igual que el pionero movimiento Slow Food, la calidad en el concepto slowfashion abarca todo el proceso de fabricación de la ropa, desde la materia prima a la prenda acabada, apostando por el uso de métodos tradicionales, tejidos orgánicos, tintes naturales –no químicos–, mano de obra local, medidas que ayuden a reducir las emisiones de CO2, etc. Un verdadero desafío al que ya se han unido muchos diseñadores y firmas de moda.
Un ejemplo es la marca de ropa Makepiece que intenta preservar las tradiciones textiles y laneras de los Peninos, una zona montañosa del norte de Inglaterra que se extiende hasta Escocia. Otro ejemplo es el fabricante de bolsas y mochilas Entermodal que tratan de recuperar técnicas de fabricación con más de un siglo de antigüedad. La neoyorquina Susan Cianciolo es una de las diseñadoras más comprometidas con el bajo impacto ambiental de la ropa que produce. Sus prendas están hechas de forma artesanal y en pequeñas series. Ella misma acude a los bosques cercanos para recolectar materiales que usa para hacer tintes naturales no tóxicos. Los hermanos Roberto y Marzio Compagno crearon la etiqueta Slowear como un modo de garantizar la calidad y duración de sus cuatro líneas de producto (Incotex, Zanone, Glanshirt y Montedoro). Su clásico polo está elaborado artesanalmente en la localidad italiana de Biella, productor de lana desde la Edad Media.
En España contamos con la plataforma de Moda Sostenible Slow Fashion Spain, cuyo objetivo es de dar formación y asesorar a aquellos profesionales del sector que deseen crear sus prendas de manera responsable y divulgar aquellas iniciativas que ya lo estén haciendo.
¿Y tú? ¿Te sumarías a la slowfashion?
Fuentes: Twenergy / Slowfashion Spain / Quinta Trends / Flickr