Su línea básica va desde una simple silla o un sillón a una estantería capaz de soportar hasta 200 kilogramos por estante, un ropero o la eco-aula, que incluye pupitres, banquitos, sillas, repisas, juguetes y cestos de separación de residuos. Todo ello fabricado con cartón corrugado reciclado pudiendo, incluso, disfrutar de diseños personalizados con infinidad de colores y estampados y, por supuesto, de la impresión de logos institucionales si se trata de material de oficina. Y en la mayoría de los casos, ¡por debajo de los 100 pesos!
La oferta de Hazlo ECO no se queda ahí, va mucho más allá con una línea infantil (cuna, mesa ratona, repisero, etc.), de construcción (vigas, ladrillos, paredes, divisorios y ecosuelo) o de logística (pallets de caja, para granel o de tacos), entre otros. Todo un abanico de posibilidades creadas a partir del papel y el cartón que incluye, incluso, ataúdes tanto para personas como para mascotas. ¿Puede haber algo más biodegradable?
De hecho y a pesar de que al principio encontró una fuerte resistencia de los fabricantes de ataúdes de madera, el tsunami de 2004 fue lo que evidenció la utilidad de la propuesta de Hazlo ECO, cuando Cruz Roja solicitó 100.000 de estos ataúdes ecológicos que podían transportarse hasta el lugar de la catástrofe de un modo muy sencillo: plegados.
Muchos de estos objetos han requerido de un diseño específico para garantizar que el cartón, a pesar de no ser un material que sugiera robustez, soporte hasta 200 kilos. Y como la empresa no quiere “cerrar el grifo” de su imaginación y desea seguir explorando las posibilidades del cartón en nuevos productos, abre un espacio para que cualquiera pueda presentarle su invento.
El modelo empresarial llevado por Hazlo ECO es una prueba más de que es posible cuidar el medio ambiente y progresar sin olvidar aspectos tan importantes como la inclusión social de forma sostenible y sustentable. Paralelamente, contribuyen a crear conciencia ambiental contagiosa al cliente y consumidor.
La construcción de estos muebles de cartón evita la tala de millones de árboles, reduce drásticamente las emisiones de CO2 y la utilización de combustibles fósiles en los procesos de fabricación. Quizás ha llegado la hora de rendirse a la resistencia, versatilidad y precio de los muebles de cartón que, no lo olvidemos, siempre serán cien por ciento reciclables.
Fuentes: Twenergy / Hazlo Eco / YouTube / tuverde.com / Flickr