Para hacernos una idea de lo que podemos ahorrar en casa, primero tenemos que saber lo que gastamos. ¿Cómo podemos calcularlo? Multiplicando por 20 los metros cuadrados de nuestra casa. Así sabremos el consumo en euros que tiene. Por ejemplo:
Consumo energético de una casa de 90m2 al año
90 x 20= 1.800€
Una vez que tenemos claro cuál es nuestro consumo, podemos empezar a hablar. O mejor dicho, a ahorrar. Y podemos hacerlo desde 2 perspectivas: mirando nuestra casa desde fuera, o desde dentro.
Ahorrar energía desde fuera. Para entender la importancia de “ahorrar desde fuera” los expertos nos proponen pensar que vivimos en una cebolla. Es decir, que seamos conscientes de que nuestra casa está compuesta de varias capas y que de la calidad de todas ellas depende el consumo energético que se necesite para mantener el confort en el interior. En este sentido tendremos que prestar atención a elementos como el tejado, la fachada, las ventanas… Cuanto mejores sean todas estas “capas” menos consumirá la vivienda.
Ahorrar energía desde dentro. Es decir, desde nuestros propios hábitos de consumo y electrodomésticos vigilándolos mucho más:
- Cuánto consumimos. Con algo tan sencillo como un termómetro podemos saber qué temperatura tenemos en casa y controlar mejor cuánto sube o baja en función del tiempo que ponemos el aire acondicionado o la calefacción.
- Cuándo consumimos. tenemos una tarifa nocturna, tenemos que aprovechar para poner los electrodomésticos que más consumen, como la lavadora o el lavavajillas, durante ese horario.
- Cómo consumimos. Podemos cambiar muchas de las cosas que hacemos para gastar menos y dañar menos el medio ambiente. Por ejemplo, calentar las cosas en el microondas en lugar de usar el horno o llenar bien las lavadoras.
Seguir éstos y otros muchos trucos, puede ayudarte a reducir notablemente el consumo energético de tu casa. Si quieres saber más, te recomendamos que repases el Encuentro Twenergy en el que dos expertos profundizan sobre el tema.