La ciudad de Buenos Aires no está ajena a esta tendencia. En un plazo de tres años, y con una inversión total de 290 millones de pesos (26,3 millones de euros), el gobierno porteño cambiará 90.000 luminarias del alumbrado público de avenidas y calles por otras de tecnología LED de fabricación nacional. Esta cifra representa el 75% del total de lámparas que se encuentran en la ciudad; el resto se ubican en farolas de plazas y parques y no formarán parte de la primera etapa del proyecto.
Las lámparas de LED que sustituirán a las de mercurio halogenado ya se utilizan en Los Ángeles (Estados Unidos), Berlín (Alemania), Lyon (Francia) y Sydney (Australia), entre otras ciudades. Su funcionamiento exige hasta un 50% menos de energía eléctrica. En Buenos Aires, según los cálculos del Gobierno, se ahorrará la misma cantidad de electricidad que utilizan todos los hospitales y colegios públicos porteños por año. «Estamos hablando de una ciudad más sustentable, con menor consumo de energía y menor costo de mantenimiento», explicó el CEO de Philips para el Cono Sur, Gustavo Verna. Es esa empresa la que proveerá el recambio tecnológico después de haber ganado la licitación correspondiente.
La vida útil de las luminarias LED es, de media, de 100.000 horas. Entre otros beneficios, disminuye la cantidad de emisión de dióxido de carbono, aumenta cinco veces la luminosidad y permite distinguir mejor las formas, lo que podría dar mayor seguridad al peatón y visibilidad al conductor.
El recambio también obedece a convertir a Buenos Aires, una de las grandes metrópolis de América del Sur, en una ciudad inteligente. En el proyecto también se incluyó un sistema de denominado «telegestión», que permite disponer de un gran tablero de control con información en tiempo real sobre el alumbrado público. Se puede saber, por ejemplo, qué lámparas no funcionan o la falta de suministro eléctrico en alguna zona y así ordenar rápidamente los arreglos necesarios. Desde ese comando centralizado se podrá ahorrar energía mediante el manejo de la intensidad lumínica, según las zonas y los horarios.
En realidad, hoy casi 15.000 lámparas LED tienen estos dispositivos, pero los fallos en las columnas con las viejas lámparas sólo se registran si alguien envía un reclamo telefónico y los arreglos pueden demorar semanas y hasta meses. Además, el costo del mantenimiento de las luminarias ronda los 90 millones anuales (unos 8,2 millones de euros), el gobierno porteño estima que ese gasto se reducirá entre un 25 y un 30%.
«Buenos Aires será una de las ciudades del mundo con mayor cantidad de lámparas LED en la red de alumbrado público. Mejorar esta eficiencia permitirá generar un ahorro importante de energía. Si en el país pudiéramos tener una tarifa eléctrica acorde con la realidad, ya que hoy es muy baja, la gente cuidaría más el consumo», aseguró el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, cuando se presentó el plan de recambio lumínico que está incluido en la agenda verde de la comuna.