Cuando empiece a operar, en 2013, la planta será una megagranja de paneles parabólicos con una potencia instalada de 1.000 megavatios -la de un reactor nuclear-, dividida en cuatro plantas de 250 megavatios cada una. Un auténtico oasis situado en el desierto de Mojave (California), a unos 350 kilómetros de Los Ángeles. La empresa alemana Solar Millennium se encargará de su construcción, para lo que deberá emplear a 1.066 personas. La enorme inversión que requiere el proyecto, 4.330 millones de euros, esta justificada porque la planta podrá suministrar electricidad a 300.000 hogares, además, el coste de producción baja conforme la planta es mayor. De este modo, Estados Unidos dará un paso de gigante en el liderazgo mundial de esta tecnología.
Aunque la palabra termosolar puede aplicarse en general al aprovechamiento térmico de la energía solar, cuando se asocia con las palabras «central» o «planta» nos referimos a las centrales solares termoeléctricas, que generan electricidad a partir de la energía recogida en un fluido calentado mediante unos campos solares de alta concentración.
¿Cómo funciona una planta termosolar?
En las centrales fotovoltaicas los paneles producen electricidad directamente. Las termosolares son centrales mucho mayores que concentran mediante espejos la radiación solar en un fluido. Éste se calienta, va a un sistema que genera vapor de agua que a su vez mueve una turbina para generar electricidad. La captación de energía solar, que tiene una densidad relativamente baja, es uno de los mayores retos en el desarrollo de plantas termosolares.
La tecnología termosolar tiene la ventaja de su capacidad de almacenamiento, frente a otras energías limpias como la eólica o la solar fotovoltaica. Entre sus inconvenientes podemos mencionar que su complejidad técnica es mayor y sus costes iniciales son más elevados.
A pesar de construirse en áreas desérticas, las organizaciones ambientales se oponen a proyectos como el de Blythe, por su impacto en la fauna. Unas de las condiciones impuestas por el Departamento de Interior de EE.UU. es que los gestores de la planta solar faciliten fondos para preservar y reducir el impacto de la obra.
Fuentes: Elaboración propia / El Pais / (c) PSA (imagen)