Esta tecnología que ya empezó a investigarse a mediados de los años 90, permite que parte de la luz filtrada a través de los vidrios de las ventanas se convierta en electricidad.
Una de las claves del proyecto es la investigación y estudio de la eficacia de la célula Grätzel. Ésta es una célula de tercera generación que a través de dispositivos semitransparentes o traslúcidos reproduce de manera artificial el fenómeno de la fotosíntesis, creando así energía. Además, gracias a su bajo coste, se amortiza muy rápidamente.
Por todos estos motivos, se prevé que las ventanas fotovoltaicas se implementen muy pronto en el mercado, aunque todavía no se sabe la fecha. No será hasta entonces cuando nosotros, como usuarios, comprobemos la eficacia energética de esta tecnología.
Fuentes: Elaboración propia / elmundo.es / erenovable.com / ciemat.es / Flickr