El agua es un elemento primordial para la vida del ser humano. El 60% del cuerpo es agua y se recomienda beber al menos de 2 a 3 litros diarios. Cada vez más personas son conscientes de la importancia de disfrutar de un agua potable lo más libre posible de impurezas, residuos, contaminantes o químicos. Esto es importante sobre todo en lugares donde el agua corriente contiene un alto contenido en cal o lleva altas concentraciones de cloro, que si bien es apta para el consumo, la mayoría de usuarios acaban por rechazar su sabor.

Filtros de Carbono: una gran opción.

Lo recomendable en estos casos es optar por algún sistema de filtrado que elimine los contaminantes que pueda tener el agua a consumir. Uno de los tipos de filtros más populares y fáciles de utilizar son los filtros de carbono o carbón activado, por sus extraordinarias propiedades absorbentes.

El efecto absorbente del carbón activado es capaz de retener las sustancias contaminantes, en especial las de origen orgánico. Aceites, hidrocarburos, productos de fermentaciones, material de descomposición de materia orgánica, etc. son algunos de ellos. Además, también filtran un gran número de compuestos químicos como flúor, bromo, yodo, cloro y un largo etcétera. Junto con todo ello también elimina sabores y olores.

El poder de absorción del carbón activado está relacionado con su estructura microscópica, específicamente su superficie es enorme si se compara con el volumen que ocupa. Esta enorme superficie es la que hace que todas las sustancias mencionadas se adhieran a su paso y se vean retenidas.

Esta tecnología es una de las mejores opciones para eliminar el cloro, que se descompone en contacto con el carbón activado. Es utilizada en general para cualquier purificación de agua, tanto en grandes plantas depuradoras como a nivel doméstico en pequeñas instalaciones y ahora en botellas transportables. El agua filtrada de esta manera, es más limpia, tiene mejor sabor y cumple con la normativa internacional que mide la calidad del agua destinada al consumo humano.

Botellas de agua con filtro de carbono incorporado en el tapón.

La gran noticia es que esta tecnología existe en pequeñas botellas que se pueden rellenar en cualquier sitio para su uso cotidiano. Las botellas transportables que incorporan un filtro de carbón activado en el tapón son una gran solución para esos momentos en que se está fuera de casa como en la oficina o en el gimnasio.  Al tener el filtro incorporado al tapón, el agua se filtra mientras bebes. El filtro es intercambiable, y cada recambio es válido para rellenar 300 veces la botella, al ser éstas de medio litro, te aseguras 150 litros de agua purificada por filtro.

Por su tamaño, son prácticas para llevar a cualquier lugar, especialmente si vas a hacer deporte. Si piensas en la cantidad de botellas de plástico de usar y tirar que dejarás de comprar, verás el ahorro que supone no sólo al bolsillo, sino también al medio ambiente pues la mayoría de estos envases no se reciclan y son un verdadero problema para el planeta para el que hay que buscar nuevas soluciones.

En resumen, con este tipo de botellas podrás tener la seguridad de que el agua que vas a beber está limpia, fresca y pura, además de estar libre de sabores, cloro y otros contaminantes químicos y orgánicos. Una solución de salud y respeto al medio ambiente que va contigo.

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