Y no se trata solo de la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) emitidos a la atmósfera cuando se queman combustibles fósiles… Si analizamos las diferentes etapas del ciclo de vida de esos combustibles, detectaremos que sus impactos van mucho más allá de las emisiones GEI:

Extracción del combustible: La extracción del petróleo se realiza mediante instalaciones de gran tamaño que han tenido que construirse transportando materiales a estas zonas. Tanto el transporte como la construcción en si, suponen un gran impacto ambiental.

Una vez puesta en marcha la instalación, cuando se comienza a extraer el crudo, se producen emisiones, vertidos, etc. que exigen de importantes medidas de prevención y control.

Transporte: Una vez extraído el petróleo, este se transporta a las plantas de refinado. El desplazamiento se realiza por diferentes medios, que suponen más emisiones a la atmósfera, lo que agrava el calentamiento global.

Refinado: El proceso de refinado del petróleo incluye el fraccionamiento de los diferentes componentes y transformación química del combustible para producir diferentes derivados, como la gasolina o el diésel.

Este proceso implica emisiones de gases, efluentes o vertidos que deben ser tratados, desechos sólidos, entre otros. Es otra actividad con un alto precio ambiental.

Distribución: Nuevamente el transporte desde la refinería hasta las gasolineras o puntos de distribución emiten GEI. Todo ello sin contar con la fabricación de los camiones o la construcción de las gasolineras, o la contaminación puntual que podrían causar posibles accidentes como escapes o vertidos tóxicos al medio ambiente.

Uso de los combustibles: En este punto, el mayor impacto ambiental es la combustión. Como hemos comentado antes, la quema del combustible emite a la atmósfera gases que potencian el efecto invernadero.

Desmantelamiento de las instalaciones: El cierre de las diferentes construcciones, plantas de extracción, refinerías, gasolineras, entre otras, supone un gran impacto en el medio. Además la demolición inapropiada de estas instalaciones puede provocar contaminación.

Por todo ello, podemos afirmar que el coste de la utilización de combustibles fósiles, va mucho más allá de las emisiones que se producen en uso. Tiene asociados muchos impactos que no solemos tener en cuenta a la hora de valorar cuál es el precio real que estamos dispuestos a pagar por el uso de la gasolina. ¿Te habías parado a pensar en ello?

Fuente: Flickr

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