Los campamentos de verano son una estupenda oportunidad educativa para niños y jóvenes. Llegado el período estival, ya fuera del calendario escolar, numerosos padres se plantean la búsqueda de un campamento de verano para que sus hijos vivan una experiencia diferente a la del resto del año. En ellos, los chavales descubren nuevos universos: deportes, ciencias, idiomas, naturaleza, medio ambiente. Detrás de los contenidos educativos, sin duda, el aprendizaje más importante, será la convivencia con sus compañeros dentro del entorno y las actividades que se realicen en cada campamento.
Hoy en día, son muchos los campamentos orientados al conocimiento responsable del entorno. Campamentos que tratan de fomentar una conciencia medioambiental en sus asistentes a través de experiencias relacionadas con lo ecológico. Podemos encontrar desde lugares que fomentan un contacto directo con la fauna y su ecosistema, hasta instituciones más ligadas al conocimiento científico. Todas estas propuestas están basadas en valores de respeto y cuidado por la naturaleza.
Nos fijamos en algunos de aquellos que ponen especial atención en temas ecológicos.
La Granja-Escuela “El Palomar”, enclavada en plena Sierra Madrileña, ofrece principalmente una aproximación al cuidado y la conservación de animales, tanto domésticos como salvajes. Alimentar a un puercoespín o a un buitre son algunas de las actividades que se realizan en sus campamentos. Los niños tienen la opción de quedarse a dormir, lo que aumenta la experiencia inmersiva en el entorno natural.
El Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC, propone acercarse a la ciencia, a través de actividades lúdicas que recorren sus amplias colecciones, para transmitir el conocimiento y el respeto por el Medio Ambiente. Gymkanas digitales para resolver enigmas entre sus instalaciones a través de su app, impresión en 3D de las piezas de su colección, o vivir como un homo habilis son algunas de sus actividades.
En el Real Jardín Botánico, CSIC, lugar histórico y emblemático, los niños no solo encontrarán plantas, sino todo el ecosistema resultante de su vegetación, pudiendo observar cómo se interrelacionan aves e insectos con plantas en pleno centro de Madrid. Identificar, clasificar y descubrir polinizadores, observar insectos y aves, o visitar ecosistemas de otros continentes son algunas de las sorpresas que se pueden encontrar aquí.
Los niños y adolescentes están en la mejor edad para aprender actitudes responsables que perduren sólidamente a lo largo de su vida. Los campamentos “ecológicos”, enfocados en temáticas medioambientales, son una estupenda oportunidad para lograrlo. Representan un poderoso recurso educativo a la hora de cambiar el futuro. Un futuro donde la relación de los seres humanos con la naturaleza sea armónica y equilibrada.
Fuentes: Granja Escuela Palomar | Museo Nacional de Ciencias Naturales | Real Jardín Botánico |
