Cuesta creer que haya quien todavía no conozca las ventajas múltiples y variadas de la iluminación con luces LED. Por un lado, son ecológicas por variados motivos: reducen el consumo energético en hasta un 80%, lo que supone un ahorro de recursos nada despreciable. Su vida útil es bastante mayor que la de las luces halógenas tradicionales, pueden llegar a durar unas 50.000 horas, así que necesitaremos cambiarlas con menos frecuencia. Además, son menos contaminantes pues no contienen mercurio como las lámparas fluorescentes y son elementos muy seguros que reducen considerablemente el riesgo de accidentes domésticos comparados con otras tecnologías de iluminación. Y todo sin olvidar otra gran ventaja que es la calidad de la luz, nítida y brillante.
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Luces LED: Ideales para el exterior.
Las luces LED para exteriores tienen las mismas ventajas que las de interior, con la diferencia de que sus materiales de fabricación están preparados para soportar las condiciones que implica estar a la intemperie. Así que si nuestra intención es crear un ambiente especial para nuestros espacios exteriores del hogar, la iluminación LED nos ofrece todas las posibilidades y combinaciones posibles que podamos imaginar.
Lo primero es pensar con tranquilidad y estudiar antes algunos ejemplos que nos puedan servir para saber qué tipo de iluminación vamos a crear para nuestro jardín o terraza. Una buena recomendación es no complicarse mucho de primeras, cuidando que los pasos y cruces estén bien iluminados, y las diversas áreas equilibradas. Si la cosa se complica mucho siempre podemos recurrir a un diseñador de ambientes profesional.
Dale color al jardín o a la terraza con LED.
Hay que tener muy en cuenta la capacidad de los sistemas de luces LED de producir luces de colores. Si aprovechamos bien este efecto podremos ser capaces de cambiar radicalmente el ambiente de un mismo espacio y adaptarlo a lo que necesitemos en cada momento. Esta capacidad para cambiar el color de la luz es especialmente interesante en espacios con agua, lo que hará las delicias de aquellas personas que tengan fuentes o estanques en exterior. Y cómo no, es una forma única e ideal de iluminar de forma creativa una piscina.
Con placas solares, mucho mejor.
Muchos sistemas de iluminación LED para exteriores disponen de sus propias placas solares para abastecer energéticamente sus bombillas. Es una solución ideal, pues se cargan durante el día, y se encienden automáticamente cuando comienza a faltar la luz. Nos ahorran principalmente tener que realizar una instalación de cableado que puede ser compleja y engorrosa. Obviamente, no consumen electricidad ninguna y suelen durar casi toda la noche. Esta es otra ventaja a tener en cuenta pues un jardín o terraza iluminados suelen disuadir a los amigos de lo ajeno y evita disgustos indeseados. Y es que un sistema de luces alimentado por placas solares estará activo aunque no estemos en casa.
Lámparas, balizas, tiras LED… ¡liberemos la creatividad!
Hay muchos tipos de luces que irán bien con nuestro jardín o terraza y nos ayudarán a lograr el ambiente deseado. Las balizas van bien para dar luz a caminos y pasos, señalar cruces o aislar espacios. Si tenemos la opción, las hay que pueden clavarse en la tierra y son ideales para iluminar caminos o rodear un perímetro de césped, por ejemplo. También quedan bien en la entrada. La mejor opción son las que incorporan placa solar como fuente de alimentación.
Una sola lámpara ya puede ser suficiente para iluminar y dar ambiente de forma sencilla y efectiva, pero el universo de la iluminación LED va mucho más allá de las lámparas. La tecnología se ha puesto al servicio de la decoración y las piezas que podemos encontrar para crear nuevos efectos es interminable. Cubos de luz, maceteros cuadrados, redondos, peanas, todos ellos con iluminación LED y a nuestra disposición para mezclar formas y colores y crear espacios únicos. Otra aplicación que suele dar mucho juego son las tiras de LED, también las hay de colores y si se saben situar bien el efecto que dan merece mucho la pena.
La iluminación LED abre nuevas puertas a la decoración. Ya sea por sus características sostenibles, o por sus capacidades estéticas, su elección a la hora de trabajar con espacios es una apuesta segura. A partir de aquí, los límites para combinar estos elementos los pondrán nuestro jardín o terraza y nuestra imaginación.
