Funcionamiento de la tecnología
Estas “ventanas inteligentes” controlan la luz que pasa a través del cristal y, mediante un interruptor que activa la tecnología, se producen reacciones físicas y químicas que hacen que el vidrio se convierta en opaco.
Esta innovación permite proteger las estancias de la radiación solar en verano reduciendo así las ganancias térmicas o dejar las ventanas transparentes para aumentar las ganancias térmicas en invierno. De esta manera, se pueden conseguir grandes ahorros en el consumo energético de climatización de un edificio.
Esta funcionalidad es una de las protecciones activas de los cerramientos de los edificios aplicables a edificios eficientes energéticamente.
Ventajas de las ventanas inteligentes
Esta tecnología, patentada por el CSIC y desarrollada por el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, emplea materiales mucho más económicos que los modelos que ya existían previamente, por lo que su producción es mucho más sencilla y barata.
Plantea una solución muy flexible, que se adapta a las necesidades arquitectónicas de cada edificio. Pueden fabricarse ventanas planas o curvas, divisiones interiores, lucernarios o puertas.
Aparte de su importante función relacionada con la eficiencia energética, esta tecnología permite añadir privacidad a la estancia y sirve como elemento decorativo tanto en el interior como en el exterior del edificio.