Alrededor de un cuarto de la población mundial no tiene acceso a la energía eléctrica, ya que la gran mayoría habita en países emergentes, principalmente en zonas rurales. La falta de acceso a la electricidad obliga a consumir fuentes alternativas de energía que, a menudo, tienen un mayor coste, tanto económico como en términos medioambientales, debido al empleo de productos como velas, madera, queroseno, pequeñas baterías de coches, etc.
Los servicios eléctricos son fundamentales para el desarrollo económico y social. Juegan un papel básico en la erradicación de la pobreza, garantizan la calidad de vida y el desarrollo de las zonas rurales, y mejoran las condiciones que favorecen la igualdad de género.
Planes de electrificación rural con energía renovable
La opción más utilizada en los planes de electrificación rural ha sido la extensión de la red de infraestructura eléctrica ya existente, conectando asentamientos en orden creciente en función del coste de inversión. Esta opción, muy fiable, en ocasiones se descarta debido a diferentes razones como las grandes distancias que separan los asentamientos de la red eléctrica central, la escasa demanda, un patrón de distribución disperso y, sobre todo, la alta inversión económica necesaria.
A escala planetaria, la distribución de las fuentes de energía renovable es mucho más amplia que la de las fuentes convencionales o fósiles. Sin embargo, su potencial económico se ve condicionado por un gran número de restricciones, incluyendo la competencia que supone la explotación del suelo para otros usos diferentes a la obtención de energía renovable, la dificultad de prever la demanda y la potencia disponibles, así como otros aspectos de origen ambiental. A pesar de estos inconvenientes, las energías renovables son especialmente adecuadas para aplicaciones descentralizadas en zonas aisladas de países en vías de desarrollo.
Los proyectos de electrificación rural exigen tener en consideración los aspectos geográficos, sociales y económicos que caracterizan a las comunidades destino. Realizar un estudio de este tipo requiere evaluar la demanda, determinar los recursos renovables, realizar una caracterización técnico-económica de las tecnologías disponibles y, por último, llevar a cabo una estimación del potencial de cada tecnología.
Proyectos de electrificación rural en países emergentes
La Fundación Energía sin Fronteras (EsF) lidera proyectos relevantes de electrificación rural:
? Proyecto Mayo-Kani-Illir (Camerún): utilizando energía solar fotovoltaica en el sistema de bombeo de extracción de agua el proyecto proporciona agua potable a los vecinos de Illir. Con esta medida, además de facilitar el acceso al agua, se evitan enfermedades provocadas por agua en mal estado y se mejora la situación sanitaria.
? Energía eléctrica para comunidades indígenas en Guatemala: la energía solar fotovoltaica sobre cubierta en centros de salud o escuela ha mejorado la calidad de vida de los habitantes del municipio de Cobán, dotándolos de energía eléctrica. El alcance de este proyecto comprende 200 suministros para 11 comunidades, con previsión de extenderlo a otras 42 comunidades más.
Proyecto luz comunitaria en diez centros de San Pablo, en Cajamarca (Perú): la implantación de energías renovables facilita el desarrollo integral y sostenible de los habitantes de la región. Allí, la energía eléctrica favorece la mejora de las actividades agrícolas, los servicios sanitarios y el acceso a la educación.
Fuentes: Twenergy / Fundación energía sin fronteras / Organización de Naciones Unidas / Flickr
