El consumidor residencial suele tener una potencia contratada menor de 10 kW, por lo que puede optar entre firmar el contrato en mercado libre o regulado. La diferencia general entre uno y otro es que, en el mercado regulado el precio de la energía se fija para toda la duración del contrato, por lo que el consumidor puede predecir el coste de su factura durante todo el periodo de duración del mismo. Por el contrario, en el mercado libre, el precio es variable según el día y la hora.

Desde su inicio hasta la actualidad, la tarifa regulada destinada a los pequeños consumidores se ha ido modificando por parte de la Administración Pública. El sistema actual se denomina Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), y el coste de la energía lo forman los siguientes componentes:

  • Coste de producción de la energía eléctrica, calculado en con base aen los precios horarios de los mercados diario e intradiario.
  • Peajes de acceso, correspondientes a la tarifa contratada.
  • Costes de comercialización, fijados en 4 € por cada kW contratado.

¿Cómo se van a aplicar estos precios horarios?

Como se ha visto, en la tarifa regulada destinada a los pequeños consumidores, el coste de producción de la energía eléctrica varía en función del precio horario. Actualmente se utilizan dos métodos diferentes para aplicar estos precios, dependiendo de si la vivienda cuenta o no con un contador inteligente.

En el caso de que la vivienda cuente con un contador inteligente integrado en el sistema de telegestión, los precios variarán en función de lo que se haya consumido cada hora.

Por el contrario, si la vivienda no dispone de contador inteligente, los precios horarios se aplicarán de forma general mediante un perfil de consumo que Red Eléctrica de España (REE) actualiza constantemente según los patrones de comportamiento como consumidor residencial. Podemos comprobar si los precios que nos están aplicando en la factura son correctos a través de las siguientes plataformas:

¿Cómo puedo reducir costes en mi factura eléctrica?

Todos los días se “despilfarra” energía sin ser conscientes en muchos casos de ello. Cuando nos lavamos los dientes y dejamos el grifo abierto, dejando luces encendidas, aparatos electrónicos conectados, etc. Sin darnos cuenta que todo esto supone un coste adicional en nuestras facturas a final de mes.

Por eso, una de las formas más sencillas a la hora de obtener ahorros económicos en la factura de la luz es cambiando los hábitos de consumo. A continuación se dan una serie de consejos:

  • Desconecta los termos eléctricos de agua caliente si te vas a ausentar de casa más de tres días.
  • Sustituye el baño por ducha. 
  • Evita conectar la plancha sólo para una o pocas prendas. 
  • Compra electrodomésticos con etiqueta de alta eficiencia energética (clase A, A+, A++ y A+++).
  • Sustituye las lámparas incandescentes por otras de mejor comportamiento energético.
  • Evita dejar los electrodomésticos en modo standby.

Por otro lado, también existen una serie de medidas de ahorro que te permiten reducir costes en tu factura eléctrica sin consumir menos energía.

Ahora que conoces algunas medidas de ahorro de energía, ¿Vas a revisar tus hábitos de consumo para comprobar si puedes hacer un mejor uso de ella?

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