La regulación de la temperatura de nuestro aire acondicionado influye de manera significativa en nuestro estado de salud. Estudios realizados al respecto señalan la importancia de las condiciones climáticas derivadas de las máquinas de aire.
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Importancia de una temperatura adecuada
Seleccionar en el termostato del aire acondicionado una temperatura muy baja en época estival, por ejemplo, a 20-21ºC, hace que nuestro organismo sufra cambios de temperatura elevados al entrar y salir del espacio acondicionado.
Estos cambios ocasionan una serie de perjuicios para la salud, como por ejemplo:
- Desmayos o mareos.
- Disminución de las defensas de los bronquios, haciéndolos más vulnerables a infecciones. – Rinorrea o (moquillo) constante.
- Crisis de broncoespasmos en las personas asmáticas.
- Migrañas o jaquecas.
Pero, no solo está en juego nuestra salud, también nuestro bolsillo y el medio ambiente.
La eficiencia en el uso del aire acondicionado
La temperatura seleccionada en el aire acondicionado es determinante a la hora de conseguir ahorros energéticos. Sí, solamente subiendo un grado la temperatura del aire acondicionado supone un ahorro del 8% en el consumo de la climatización.
Pero, ¿cuál es esa temperatura ideal? Lo primero es saber que la temperatura ideal para calefacción no será la misma que para el aire acondicionado, no porque se busque el frío o el calor, sino porque hay que considerar la temperatura exterior, eliminando las desviaciones altas de temperatura.
El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) marca en los edificios administrativos, comerciales y de pública concurrencia, 26ºC como temperatura interior mínima permitida en verano. Por tanto, ésta es una temperatura bastante recomendable para el aire acondicionado y no deberíamos seleccionar nunca una temperatura por debajo de ella.