Si bien es cierto que su uso hace que nuestra casa tenga una temperatura más agradable, también aumenta el consumo eléctrico considerable en los meses de verano y, por tanto, el coste económico asociado.

Para tratar de evitar estos sobrecostes, existe la alterativa de fabricar tu propio equipo de aire acondicionado casero. Con estos equipos resulta más complicado enfriar las habitaciones de manera homogénea que con los equipos industriales, sin embargo, la diferencia de coste que supone puede hacer que merezca la pena probarlos.

Materiales necesarios para la construcción del equipo de aire acondicionado casero

Además de tratarse una manera económica de enfriar una habitación, los materiales necesarios para la fabricación de este equipo son fáciles de conseguir y con costes muy asequibles. Aunque existen diferentes opciones, para fabricar el modelo más sencillo tan solo se necesita:

  • Una caja: se empleará para hacer el cuerpo del equipo, por lo que la mejor opción es emplear una caja impermeable que, además de aislar mejor el interior de la caja, no permita que el líquido formado dentro de la misma salga al exterior. Se podría usar para ello una caja de corcho blanco o incluso una nevera portátil. Si no se pudiera conseguir una caja de estas características, también podría emplearse una de cartón de tamaño medio y forrarla para hacerla impermeable.
  • Un ventilador de sobremesa: cuanto mayor sea el ventilador y más potencia tenga más se conseguirá enfriar la habitación, pero mayor será también su consumo. Además, su tamaño deberá ir en función del tamaño de la caja que se haya decidido emplear, ya que ésta hará de soporte.
  • Dos tubos de PVC: estos serán los encargados de expulsar el aire frío del interior al exterior de la caja. Si la caja seleccionada es muy grande y el ventilador tiene una potencia muy elevada, pueden emplearse más de dos tubos.
  • Bolsas de hielo: éste es el elemento más importante del equipo de aire acondicionado ya que el hielo será el que genere el frío necesario para bajar la temperatura de la estancia. La versión más económica es realizar en casa las bolsas de hielo a partir de bolsas de cierre hermético y cubitos de hielo, pero también se pueden comprar en un supermercado o incluso en una gasolinera.

Además de estos materiales principales para la fabricación del equipo, también se necesitan otros materiales de papelería como tijeras o pegamento.

La fabricación del equipo paso a paso

En primer lugar, se deberán hacer tres agujeros en la caja (uno en la parte superior y dos en el lateral) para colocar tanto el ventilador como los tubos de PVC. En este punto es importante señalar que ambos elementos deben quedar perfectamente ajustados, por lo que hay que tener cuidado de no hacer los agujeros más grandes de lo necesario. En caso de que el ventilador o alguno de los tubos quede un poco suelto, puede solucionarse añadiendo un poco de silicona o cinta aislante.

Es importante que el ventilador se coloque orientado hacia dentro, de manera que introduzca el aire de la habitación en la caja. Además, de esta manera el enchufe quedará fuera de la caja y podrá enchufarse a la toma de corriente.

Por último, se introducen las bolsas de hielo en el interior de la caja. Esto hará que el aire de la habitación introducido por el ventilador se enfríe y, una vez enfriado, salga por los tubos de PVC instalados, reduciendo la temperatura de la estancia.

Una vez terminado, ya se puede colocar el equipo en la habitación que se quiera enfriar, reduciendo tanto la factura eléctrica de tu casa como las emisiones de gases de efecto invernadero.

¿Te atreves a fabricar tu propio aire acondicionado?

Fuentes: Elaboración propia/ Flickr

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