Dentro de un hogar medio español, el uso de la calefacción es el que más energía demanda, seguido de la producción de agua caliente sanitaria y los electrodomésticos, que son los equipos que más electricidad consumen.
Según el estudio SPAHOUSEC realizado por el Instituto por la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), los mayores consumidores en términos de energía eléctrica son el frigorífico y la iluminación, representando un 18% cada uno, seguidos del televisor, la vitrocerámica y la lavadora con un 10%, un 9% y un 8% del consumo respectivamente. El resto de los consumos estarán repartidos entre los pequeños electrodomésticos.
Una casa española consume de media 9.922 kWh al año. El electrodoméstico de la casa que más electricidad consume a lo largo de un año es el frigorífico puesto que, además de su tamaño, está en funcionamiento todo el día.
Aparte de los grandes equipos consumidores, algo que también tiene gran importancia es el consumo que no se utiliza, como es el stand-by. Este puede llegar a representar el 2,3% del total. Muchos aparatos eléctricos consumen electricidad solo por el hecho de estar enchufados.
Ejemplo de estos equipos son:
- Televisor grande de CRT (Tubo de Rayos Catódicos): Potencia en funcionamiento: 400 W y potencia en stand-by: 20 W.
- Televisor 25 pulgadas de plasma: Potencia en funcionamiento: 120 W y potencia en stand-by: 9 W.
- Ordenador de sobremesa: Potencia en funcionamiento: 60 W y potencia en stand-by: 13 W.
- Ordenador portátil: Potencia en funcionamiento: 40 W y potencia en stand-by: 7,5 W.
Consumo eficiente de la energía
Para un uso eficiente de la energía, además del cambio de hábitos, es necesario realizar una mejora de la tecnología instalada en el hogar.
Actualmente existen en el mercado equipos más eficientes que lograrán reducir los niveles de consumo doméstico, como es, por ejemplo, la tecnología LED en el caso de la iluminación. Una lámpara halógena de 50 W de potencia puede ser sustituida por una LED de 10 W o incluso, si aún existen incandescentes en algún hogar, una bombilla de 75 W podrá sustituirse por una LED de 12 W.
Para el uso de los electrodomésticos, la eficiencia viene determinada por el etiquetado energético. Hoy en día es raro encontrar en las tiendas frigoríficos con categorías inferiores a la A. Pero la eficiencia va más allá: Un frigorífico con categoría A++ puede ahorrarse por ejemplo 142 kWh al año respecto a uno con categoría A.
Cuando usamos el aire acondicionado, algo determinante en el consumo será la temperatura seleccionada. En verano, un aire acondicionado a 21 grados puede estar consumiendo 296 kWh al año, en cambio si la temperatura del termostato se ajusta a 26 grados, temperatura ideal para el aire acondicionado en términos de eficiencia, el consumo se reduciría a 195 kWh al cabo de un año.
La calefacción y el agua caliente sanitaria, aunque no consuman electricidad, son elementos muy importantes también en cuanto al consumo energético que se hace en una casa. Las calderas pueden mejorar su eficiencia, consiguiendo las de gas natural por condensación valores muy eficientes gracias a sus rendimientos superiores al 100%. Una solución fácil para conseguir a su vez reducciones importantes en el consumo de agua caliente sanitaria, es la incorporación de perlizadores en los grifos y duchas, consiguiéndose aproximadamente un 40% de reducción del consumo de agua y, por tanto, en energía para calentar dicha agua.
¿Cuánto consumo de energía puedes reducir en tu casa?