Para nadie es un secreto que en la actualidad las cifras de facturación de las tiendas electrónicas suele superar a las de las tiendas físicas. Por ello, el peso del coste medioambiental del comercio electrónico resulta abrumador para algunos. Sin embargo, ¿es este crecimiento una verdadera amenaza para el medio ambiente? Descúbrelo a continuación.

Cifras del comercio electrónico en España

pareja comprando online

Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en el primer trimestre del año 2020, el comercio electrónico en España superó los 12.200 millones de euros. De acuerdo a los resultados, las ramas de actividad con mayor porcentaje de volumen de negocio en el comercio electrónico son: agencias de viajes, operadores turísticos, transporte aéreo, ropa, hoteles y alojamientos.

Las fechas de consumo destacadas, como puede ser Navidad o el Black Friday, tan esperado por algunos, son momentos en los que el comercio electrónico crece. Según las estimaciones del Estudio Anual de Hábitos de Consumo en Navidad del año 2017, casi 30% de los españoles hizo durante esas fechas el 75% de sus compras a través de Internet.

A eso se suma que, si se les preguntaba sobre sus intenciones de consumo al grueso en general, las cifras del comercio electrónico iban en aumento. El 28,07% de los consumidores creía que compraría un poco más online y el 22,33% que compraría mucho más en Internet.

Todas estas cifras demuestran lo importante que es el comercio electrónico y lo mucho que está creciendo, sin embargo, poco se habla del coste medioambiental del comercio electrónico y sus consecuencias para el entorno. Por ello, desde Twenergy queremos informarte acerca de la relación entre el ecommerce y la naturaleza.

El coste medioambiental del comercio electrónico tiene solución

el coste medioambiental del comercio electrónico

Primero que todo queremos dejar claro que comprar online puede ser responsable y respetuoso con el medio ambiente. Lo puede ser partiendo de las acciones de los consumidores y los distribuidores.

Como compradores podemos colaborar

En el primer caso, los compradores online tienen que pensar cómo sus acciones pueden afectar al entorno. Por ejemplo, se aconseja no comprar artículos por separado sino optar por envíos conjuntos. Además, no solicitar envíos rápidos si no es realmente necesario. Y, por último, reciclar el cartón de las cajas de sus pedidos y demás materiales que puedan reutilizarse.

Los distribuidores también están sumándose

furgoneta de SEUR

En el caso de las compañías logísticas, estas están haciendo análisis y estudios de mercado para intentar disminuir los efectos del coste medioambiental del comercio electrónico y ser responsables con el entorno. No son pocas las empresas que ya cuentan con planes verdes, como es el caso de Seur, el socio de reparto de la Tienda Twenergy, que cuenta con el programa DrivingChange™ para mejorar su efecto sobre el entorno.

Seur está trabajando “para neutralizar nuestra huella de carbono y hacer que cada envío que entregamos sea carbón neutral”. Así, han puesto en marcha diversas medidas para reducir los efectos contaminantes de su actividad y ser más eficientes en las entregas. Es lo que hacen en las ciudades, por ejemplo, donde cuentan con repartidores en bicicleta o una estrategia de reparto inteligente.

El lado poco verde del ecommerce

El ecommerce no tiene que ser menos respetuoso con la naturaleza de lo que es el comercio tradicional. Al fin y al cabo, para mover los productos que se compran online hay que utilizar medios de transporte, pero lo mismo ocurre con los productos que compramos en tiendas físicas. El comercio electrónico empieza a ser, sin embargo, poco respetuoso con el entorno cuando los consumidores cambiamos cómo queremos recibir los productos que compramos.

Como recuerdan desde la Universidad de California, todo es una cuestión de eficiencia. Las tiendas online nos intentan seducir cada vez más con procesos de entrega más y más rápidos porque eso es lo que los consumidores buscamos. Los diferentes estudios sobre ecommerce y expectativas de los consumidores suelen destacar la manera a la que nos hemos ido acostumbrando al comercio electrónico y este empieza a ofrecer comodidades y mejoras, los tiempos de entrega son la cuestión que marca la diferencia.

Pero eso es también lo que acaba aumentando el coste medioambiental del comercio electrónico. Se podría decir que las compras online son más verdes que las offline, a excepción de cuando se escoge la opción de entrega rápida. Esto no solo es una pesadilla logística para las empresas que venden online, que se tienen que esforzar por ser rápidas, y para las que dan servicios de entrega, que deben cumplir con fechas de entrega record, sino también para el medio ambiente.

¿Cómo contamina el comercio electrónico?

contaminación del comercio electrónico

Por un lado, la entrega rápida es mucho más contaminante porque se acaban poniendo en juego más medios de transporte. Las tiendas online y las empresas de logística que trabajan para ellas mueven los paquetes como sea necesario para que las cosas lleguen rápido.

En países de gran tamaño, como Estados Unidos, esto puede suponer, por ejemplo, introducir en una entrega en avión un paquete que de otro modo hubiese circulado en camión y hubiese tenido una huella de carbono menos amplia. Pero, además, la entrega rápida no solo implica usar más tipos de medios de transporte, sino también poner más camiones en la carretera.

Estos camiones o furgonetas de reparto son también mucho menos eficientes. Con la entrega tradicional, las empresas esperan a tener bien cargados sus camiones para ser eficientes. Estos salen cuando están llenos, haciendo que el viaje merezca la pena. Con la entrega rápida, no se espera a llenar el espacio de almacenaje, sino que se toman decisiones marcadas por el tiempo. Para repartir el mismo número de envíos se requieren más vehículos circulando y, por tanto, más emisiones contaminantes.

Finalmente, también está la cuestión de los desechos. En lugar de concentrar las compras en un embalaje, haciendo que por ejemplo el libro, los calcetines y el disco duro que se acaba de comprar en la tienda online de turno lleguen juntos, la compra se separa en múltiples paquetes. Las cosas van saliendo cuando están para no retrasar a los demás productos de la compra y, con eso, se acaba gastando más cartón y generando más residuos plásticos.

Ahora que conoces cuál es el coste medioambiental del comercio electrónico, te invitamos a aplicar los consejos que hemos mencionado y, sobre todo, seguir optando por esta cómoda forma de comprar pero siendo responsable y respetuoso con el medio ambiente. ¡Dirígete a tu ecommerce favorito y diviértete haciendo compras sostenibles! 🙂

FUENTE: Elaboración propia / Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) / El País / Vox / Conservation.org

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