En algunos países, durante la época de verano e invierno se realiza lo que denominamos cambio de horario, el cual consiste en adelantar o atrasar la hora actual para diferentes fines. Si alguna vez te habías preguntado por qué se realiza el cambio de hora en estos meses, a continuación te lo explicaremos en detalle.

¿Qué es el cambio de hora?

reloj

El cambio de hora consiste en adelantar o atrasar una hora de la hora actual en dos momentos del año: verano e invierno. En el caso del verano, el cambio se realiza el último domingo del mes de marzo y consiste en adelantar una hora; por su parte, en el horario de invierno se debe atrasar una hora el último domingo de octubre.

El por qué el cambio de hora radica, principalmente, en la necesidad medioambiental de ahorrar energía para evitar complicaciones como el ya conocido cambio climático. Sin embargo, las ventajas e inconvenientes del cambio horario continúan siendo un debate en nuestros días.

Historia del cambio de hora

historia del cambio de hora

En algunos países el cambio de hora ya es algo tradicional, sin embargo, vale la pena remontarnos a años anteriores para conocer la historia del cambio horario. Según diversos autores, esta tradición proviene de las civilizaciones antiguas, específicamente de los egipcios y romanos, quienes ajustaban sus relojes para aprovechar las horas de luz durante el verano como una simple costumbre.

Tradiciones en Europa

Benjamin Franklin
Benjamin Franklin.

No fue hasta 1784 cuando Benjamin Franklin, político y científico estadounidense, empezó a estudiar los beneficios del cambio de hora en un viaje a Francia. En el país europeo se dio cuenta que los franceses ahorraban velas al aprovechar más las horas con luz natural.

Hay que destacar que hasta esta fecha aún el cambio de hora no se había propuesto como un cambio legal, simplemente se trataba del cambio de costumbres de las personas a lo largo del día y, por supuesto, a la hora de levantarse o ir a la cama.

Alemania fue el primer país en aplicarlo

Finalmente, llegado el año 1905, William Willett, constructor inglés, propone el cambio de hora en verano, sin embargo, su propuesta no fue aplicada inmediatamente. El cambio horario se aplicó por primera vez el 30 de abril de 1916 en Alemania, durante la Primera Guerra Mundial, con el fin de ahorrar carbón.

Por su parte, Reino Unido aplicó por vez primera el horario de verano el 21 de mayo de 1916 y, dos años más tarde, Estados Unidos se unió a los países que aprovecharon esta medida en la que hoy en día se utiliza para diferentes fines, como ahorro energético, mejora de la calidad de vida y, por supuesto, beneficios medioambientales. A pesar de ello, tal como mencionamos antes, el por qué el cambio de hora se sigue discutiendo y ajustando en la actualidad.

En los 90 y 2000

impactos del cambio de hora

El Parlamento Europeo y Consejo de la Unión aprobaron en enero de 2001 la Novena Directiva, otorgando a este cambio horario un carácter indefinido. Dos años antes, en 1999, un estudio realizado por la Comisión Europea concluía que la medida tiene impactos positivos no solo sobre el ahorro sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.

¿Por qué se aplica el cambio de hora?

En definitiva, el cambio de hora pretende adecuar nuestra jornada laboral a las horas efectivas de sol y, con ello, conseguir que las empresas y los hogares gasten menos en electricidad. Además, el cambio de hora también contribuye a la lucha contra el cambio climático.

En España, de acuerdo al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en el año 2009, el ahorro en iluminación provocado por el cambio de hora podría representar 5% del consumo eléctrico, lo que simbolizaría un ahorro de aproximadamente 300 millones de euros.

El cambio horario funciona acompañado de nuestro comportamiento

Estas cifras son potenciales, para alcanzarlas es necesario llevar a cabo un comportamiento racional en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, así como la utilización de tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural, en edificios del sector terciario y en industrias.

En cuanto al recorte de emisiones, un estudio impulsado por la Consellería de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda de la Generalitat Valenciana ha estimado en más de 30.600 las toneladas de CO2 que dejarán de emitirse a la atmósfera gracias al cambio de hora. Esta cifra es similar a la cantidad de toneladas de emisiones de CO2 que dejarían de producirse si, durante todo un mes, la ciudad de Castellón dejara de consumir electricidad, según sus cálculos.

Definitivamente, el cambio de hora no puede simbolizar un cambio positivo por sí solo, está en nuestras manos seguir la mayor cantidad de consejos de ahorro de energía y, sobre todo, aplicarlos a lo largo del año en nuestras casas, oficinas y locales comerciales. Solo así podremos colaborar activamente con el medio ambiente.

FUENTE: Elaboración propia / Energías Renovables / IDAE

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