La movilidad eléctrica, pilar clave en las ciudades del futuro

En Europa y Estados Unidos ya se habla de que un 3% de la movilidad se basa en la energía eléctrica. Ciudades como Nueva York, que ha lanzado los primeros taxis eléctricos a las calles; o Londres, que planea prohibir la entrada de los vehículos más contaminantes a la zona centro dejando sólo paso a coches híbridos y eléctricos, son sólo algunos ejemplos de cómo los gobiernos se suben al carro de la movilidad eléctrica para combatir el cambio climático.

En España, las ciudades inteligentes conocidas como Smart Cities implantan poco a poco la infraestructura necesaria de carga eléctrica para el funcionamiento de estos vehículos sin tubos de escape ni emisiones contaminantes. En Latinoamérica también encontramos urbes que apuestan fuerte por este tipo de movilidad ecológica como es el caso de Búzios (en Rio de Janeiro), la primera Smart City de América Latina. Colombia, Chile y Perú son otros países que se perfilan como importantes mercados para el desarrollo de la movilidad eléctrica.

En Colombia ya se rueda con energía eléctrica

En las ciudades colombianas de Bogotá, Medellín y Cali ya circulan los primeros carros eléctricos. Marcas como Mitsubishi, Renault y Chevrolet dan los primeros pasos con modelos propios en la masificación de este tipo de automotores que no generan gastos de tanqueo, ni de compra de aceites, ni revisiones, lo que supone un importante ahorro económico.

En Bogotá concretamente, la movilidad eléctrica se ha convertido en una prioridad y la ciudad trabaja en una oferta multimodal que incluye autobuses eléctricos para rutas troncales dentro del SITP, un tranvía para la Carrera Séptima impulsado por electricidad, el uso de diez motos eléctricas para la Policía Metropolitana y el lanzamiento de 50 taxis de cero emisiones.

Uno de los proyectos más significativos en este ámbito es que el que desarrolla Endesa-Codensa. Durante más de un año, los empleados de la empresa han utilizado diferentes carros, motos y más de 100 bicicletas eléctricas para desplazarse desde el trabajo a sus hogares. El ensayo ha sido todo un éxito y demuestra que la movilidad eléctrica es viable en una ciudad como Bogotá, que ya cuenta con siete puntos de recarga rápida y la promesa de convertirse en una urbe eficiente.

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