Cortamos la naranja o pomelo por la mitad. Tendremos mucho cuidado de conservar el tallo de la fruta, que es lo que nos servirá de mecha. Sacaremos el relleno de la fruta con la cuchara y cuidando de no cortar el tallo.
Ya tendremos nuestro molde natural, que rellenaremos con cuidado con aceite de oliva, sin excedernos. Debe quedar al menos un centímetro de mecha libre. Si el tallo queda enterrado es porque habremos colocado demasiado aceite. Empapa la mecha y ¡ya podrás encender tu vela! Recuerda poner debajo un plato siempre, para que no haya peligro si vuelca. El aroma que quedará en tu casa será fantástico. Muchos consideran que es relajante y contribuye al sueño. ¡Querrás repetir seguro!
Si prefieres las velas más convencionales, en lugar de aceite de oliva puedes usar cera reciclada de otras velas. Las derrites al baño maría y la echas dentro de la cáscara, como habrías hecho con el aceite de oliva en el ejemplo anterior. En lugar de la mecha natural, si te es más cómodo puedes usar mecha artificial, también reutilizada de otra vela o comprada nueva.
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Un artículo muy completo, muchas gracias por compartir.