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Por qué debemos reciclar aparatos electrónicos

Las pilas, los bombillos, los computadores, los televisores… tienen una vida útil que dura un tiempo determinado. ¿Y luego? ¿Qué hacemos con ellos? Tirarlos a la basura convencional o dejarlos abandonados puede ser incluso riesgoso para nuestra salud, y desde luego para el medio ambiente, debido a los metales pesados que pueden contener y que pueden acabar llegando a los animales, las aguas, y contaminar un paisaje. Un ejemplo claro de este peligro es la quema de cables para obtener el cobre, con la consiguiente contaminación del aire y el peligro para la salud. La basura electrónica es una amenaza muy seria para el planeta. Los datos no son nada desdeñables: En Colombia, cada año se producen más de 100.000 toneladas de residuos electrónicos. Nos conviene, por tanto, saber qué hacer con ellos.

Llega el fin… ¿Y ahora?

Cuando la vida de un aparato eléctrico llega a su fin, podemos escoger varias opciones: la primera, arreglarlo para que vuelva a funcionar (la mejor opción, puesto que alargamos su vida útil y consumimos menos energía que el reciclaje y la creación de nuevos dispositivos), aunque a veces esto no es posible ya que los fabricantes no disponen de repuestos. La segunda opción es llevar el aparato a reciclaje, donde los equipos se desarman y lo que sea aprovechable vuelve a la cadena productiva. En los circuitos electrónicos puede haber metales valiosos como cobre y oro. Aunque, si bien gran parte del reciclaje tiene lugar en Colombia, la parte dedicada a los equipos electrónicos se suele llevar a cabo fuera de país, puesto que se trata de piezas importadas. Se calcula que hasta un 92% de los materiales en desuso son recuperables.

Qué hacen las autoridades

Desde hace una temporada, el Gobierno y el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible pusieron en vigor una legislación por la cual cada tienda o empresa de artículos electrónicos debe proveer al consumidor de un canal para entregar los aparatos en desuso, y a su vez asegurarse de su correcto reciclaje.

Así nacieron iniciativas como Ecocómputo, de la mano de los empresarios de computadores, con el fin de dar cauce a los computadores y periféricos en desuso y de guiar tanto a consumidores como a empresas para su correcto reciclaje. Por ejemplo, Ecocómputo, recoge en camiones los computadores que las empresas han reunido y los llevan a un especialista en recolección tecnológica certificada, que bien reparará y destinará a Organizaciones No Gubernamentales los equipos que aún sirven, bien dispondrá de lo que ya no sirve para materia prima, para exportación, o incluso para generar electricidad.

Qué puedes hacer tú

Por un lado, las autoridades suelen organizar actividades de recolección de desechos electrónicos sobre las que conviene estar atentos y participar.

Por otro lado, puedes:

Si tienes pilas, pueden dejarlas en los más de 2.000 puntos señalados en todo el país, en grandes almacenes, edificios y otros sitios públicos, en contenedores que facilita la Asociación Nacional de Industriales (ANDI).

Algo muy similar ocurre con bombillos halógenos o ahorradores, para quienes ANDI ha dispuesto puntos de recolección residenciales y empresariales (puedes consultarlos aquí).
En el caso de computadores y periféricos, te recomendamos acudir a la citada Ecocómputo, que organiza recolecciones en los supermercados de tu ciudad el último fin de semana de cada mes.
Tratándose de celulares (cuyas baterías tienen sustancias como mercurio, cadmio, litio o plomo, sumamente tóxicas para la salud y el medio ambiente), el Gobierno promueve una campaña para que los propios operadores lleven a cabo la recolección de aparatos viejos y se ocuparan de su reciclaje. Sólo Movistar cerró 2014 con más de 600.000 equipos para ser reciclados en los 38 puntos ubicados en 27 ciudades.
Para otros residuos, consulta con los fabricantes o en las propias tiendas puesto que, como explicábamos, son responsables de facilitar al consumidor un canal para entregar los aparatos en desuso