El bicarbonato y el cuidado personal

En el cuidado personal, su utilización es muy común en productos de belleza y productos de baño. De hecho, tú mismo puedes comprobar sus efectos balsámicos vertiendo un poco de bicarbonato en el baño, dándote un auténtico baño de sales que relajarán tus músculos al tiempo que, al neutralizar los ácidos en la piel, contribuirán a eliminar el olor a sudor.

Asimismo, si incorporamos un poco en el champú, ayudará a extraer los residuos acumulados en el cabello. La frecuencia de uso es de una vez al mes, salvo que se nade con frecuencia en piscinas cuidadas con cloro o el agua de la población en la que residamos sea muy dura. Además, si eres nadador o nadadora y tienes el pelo teñido con tonos claros, es aconsejable lavar el cabello con una mezcla de bicarbonato (1/3 taza) y jugo de limón para evitar el cambio de color.

Siguiendo con el cuidado personal, el bicarbonato no sólo puede ser el perfecto desodorante sino que, además, si mezclamos una parte de agua con tres partes de bicarbonato de sodio y nos lavamos la cara con movimientos rotativos -evitando siempre los ojos-, podemos tener un buen exfoliante.

Nuestra boca también nos agradecerá el uso del bicarbonato, aunque con cuidado pues puede resultar muy abrasivo para el esmalte y sensibilizar demasiado las encías. Si lo usamos una vez al día durante dos semanas, notaremos cómo blanquea nuestros dientes; de hecho, muchas pastas dentífricas contienen este componente. Asimismo, también podemos combatir esas dolorosas llagas depositando en ellas durante un tiempo un poco de bicarbonato y lavándolas bien después con agua. Y justo después de las fechas navideñas, llamadas a los excesos, no podemos olvidar que si mezclamos una taza de agua con una cucharadita de bicarbonato de sodio tendremos un eficaz antiácido.

El bicarbonato y la limpieza del hogar

Pero más allá de nuestra propia salud, el bicarbonato también es un buen aliado en la limpieza del hogar. En este sentido, si queremos evitar los molestos atascos en nuestros desagües de casa no tenemos más que mezclar una cucharada pequeña de bicarbonato -a mayor atasco, más cantidad- y otra grande de vinagre, hasta que haga espuma, verterlo por el sumidero, dejarlo actuar y echar después agua caliente.

Otros usos destacados son como eliminador de olores y sabores -en nevera, frascos…-, para limpieza restos quemados en sartenes, para acabar con la mugre de los azulejos o como limpiacristales y limpiametales.

¿Se te ocurre un producto más multiusos? ¿Conoces otros usos?

Fuentes: Twenergy / lindisima.com / lukor.com / care2.com / Flickr

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