Según los datos registrados, la mayor parte de las Comunidades Autónomas han experimentado, en los últimos años, un incremento en el número de hectáreas dedicadas al cultivo de productos ecológicos. En primer lugar se encuentra situada la comunidad de Navarra, la cual contaba con 30.270 has en 2010 y actualmente; en 2012, ofrece una superficie de 73.432 has, llegando a alcanzar en dos años hasta un crecimiento del 138,24%; y en cuanto a superficie total se refiere, en cabeza se sitúan Andalucía (973.239 has), Castilla La-Mancha (307.612 has), seguido de Cataluña (92.434 has) y Extremadura (91.108 has).
También cabe decir que el número de operadores en la Producción Ecológica de España, ha aumentado de manera significativa, obteniendo un aumento del 18,23%. Todos estos valores recogidos a través de Eurostat (organismo oficial de la Unión Europea), hacen que España se posicione como un referente en el contexto mundial.
Los consumidores españoles no parecen saber apreciar las ventajas de la agricultura ecológica producida en su país
Entre todas las buenas prácticas agrarias llevadas a cabo en el proceso de producción de agricultura ecológica, destaca la rotación de cultivos, la restricción en el empleo de pesticidas y fertilizantes, el aprovechamiento de los recursos a nivel local y la negativa a la modificación genética de organismos; entre muchas otras, todas ellas respetando en todo momento el suelo y medio ambiente.
Podemos afirmar que en España existe una preocupación por el medio ambiente y de la calidad de los productos en gran parte de su producción agrícola, evitando la presencia de productos químicos; sin embargo, en cuanto al consumo esta preocupación se reduce sustancialmente. En algunas localidades solamente llegan a consumir entre un 10 y un 15% de lo que producen, quedando el resto de la producción ecológica al servicio de otros países europeos.
Cierto es que los precios de la alimentación de agricultura ecológica pueden parecer más elevados que el resto de alimentos que se encuentran en los supermercados, y cuantos menos consumidores haya de alimentos ecológicos más se encarecerán, creando de esta manera un círculo vicioso. De manera opuesta cuantos más consumidores haya, más baratos resultarán sus precios.
Deberíamos preocuparnos más en nuestra alimentación puesto que de ella depende nuestro estado de salud. Nuestro dinero deberíamos emplearlo en cosas que la benefician. ¿Estás dispuesto a pagar un poco más por asegurar tu salud y la del medio ambiente?
Fuentes: Twenergy / Organic Farming / Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente / Vinetur / medioambientales / Flickr
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