Gamesa instaló, en la última semana de julio de 2013, su primer prototipo de aerogenerador offshore, el G128-5,0 MW, en el Muelle de Arinaga, en Gran Canaria.
Más alto que la Torre Eiffel
Esta turbina cuenta con un rotor de 128 metros de diámetro y una altura total de 154 metros, superior a la Estatua de la Libertad, las pirámides de Egipto o la Torre Eiffel. Su área de barrido equivale a dos campos de fútbol. La nacelle (o góndola) se fabrica en Tauste (Zaragoza) y tiene más de 12,5 metros de largo, 4 metros – tanto de alto como de ancho – y 72 toneladas de peso. Tras izarla sobre la torre, tiene lugar el ensamblaje de las tres palas, que son las más largas producidas y trasladadas en España.
La puesta en marcha del aerogenerador es un paso previo para obtener la certificación de la turbina y representa un avance en los plazos previstos. El modelo elegido es el G128-5 MW, que incorpora la tecnología probada por la compañía en su plataforma de 4,5 MW, y el conocimiento y experiencia adquiridos durante su explotación. Su instalación no se ha realizado en el mar, sino en un muelle, donde prácticamente estará sujeto a las mismas condiciones, con la ventaja de que su mantenimiento y las pruebas a las que tiene que someterse serán más fáciles de realizar.
Lo más importante es conseguir la certificación del prototipo, para poder instalar las pre-series en un parque eólico marino entre finales de 2013 y principios de 2014. La compañía vasca comenzó el montaje de la torre, la góndola y las tres palas del aerogenerador a mediados de abril. La puesta en marcha en julio fue un éxito, y generará la energía necesaria para abastecer a 7.500 hogares al año.
La velocidad media del viento en la zona asciende a 10 m/s, que equivalen a 36 km/h a la altura del aerogenerador. Está preparado para soportar velocidades medias del viento de hasta 50 m/s y rachas máximas de 70 m/s a las que tendrá que hacer frente una vez instalados mar adentro.
Laboratorio de pruebas en Cataluña
Los emplazamientos de los aerogeneradores marinos de Reino Unido, Dinamarca, Suecia, Noruega o Alemania tienen una profundidad de entre 25 y 30 km, en España la orografía de la costa es más complicada y las aguas son muy profundas, lo que encarece los costes de instalación. Este encarecimiento es debido a que, en vez de anclar el aerogenerador al fondo marino, se precisan plataformas flotantes, como si fuera una plataforma petrolífera.
Con el fin de dar un impulso a la tecnología eólica marina, el Instituto de Investigación de Energía de Cataluña ha puesto en marcha el proyecto Zèfir Test Station. Es un laboratorio instalado en Tarragona donde probar y certificar las soluciones tecnológicas marinas, y al que Gamesa ha pedido ya la reserva de espacio para instalar dos plataformas fijas y otras dos flotantes.
Con el desarrollo de este mercado, esta nueva tecnología industrial será una fuente de empleos verdes.
Fuentes: Gamesa Corp. / EuropaPress / Flickr
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