Una depuradora de aguas residuales, o planta de depuración, es el lugar en el que se realiza el tratamiento adecuado sobre este tipo de aguas, con el fin de poder reutilizarlas. Conocidas bajo las siglas EDAR, cuyo significado es “Estación Depuradora de Aguas Residuales”, estas instalaciones cumplen un importante papel en el medio ambiente, el cual estudiaremos a continuación.
De manera tradicional, en una depuradora de aguas residuales se pueden distinguir las siguientes fases de depuración:
En la primera fase del funcionamiento de una depuradora de aguas residuales encontramos el pretratamiento, el cual consiste en los procesos que se realizan para eliminar los agentes contaminantes flotantes de las aguas. Esta fase previa al tratamiento de aguas residuales se hace con el fin de evitar que dichos agentes puedan ocasionar daños en las fases posteriores.
En el pretratamiento de las depuradoras de aguas residuales podemos encontrar los siguientes procesos:
En esta fase, la depuradora de aguas residuales separa la mayor parte de los sólidos sedimentables (los cuales se depositan en el fondo) del material flotante (se quedan en las superficie), que no pudieron ser eliminados en procesos anteriores.
En este caso, el agua residual es transportada a reactores biológicos, los cuales se encargan de degradar la materia orgánica a través de un proceso denominado “fango biológico”. Sin embargo, para el tratamiento biológico existen múltiples opciones de acuerdo a las características del agua tratada.
Una vez finalizada la degradación de la materia orgánica, el agua pasa a un decantador donde el fango biológico del proceso anterior se separa del agua depurada. En este punto, el fango pasará a la línea correspondiente y, así, será tratado de la forma adecuada para poder utilizarlo. Finalmente, el agua regresará a los ríos o mares y llegará el tratamiento terciario.
El último paso del funcionamiento de una depuradora de aguas residuales consiste en la mejora de los procesos anteriores. Así, el tratamiento terciario se encarga de afinar las características del agua cuyo fin será su reutilización. En esta fase, el agua se higieniza, por lo tanto, se eliminan los microorganismos restantes y se destina el uso final del líquido.
A pesar de que, sin duda, el tratamiento de las aguas residuales a través de las EDAR involucra un beneficio para el medio ambiente, en muchas partes del mundo no existen depuradoras de aguas residuales, lo que significa que este tipo de aguas se vierten directamente en medios naturales, acción que incrementa la contaminación del agua.
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Mejor explicado IMPOSIBLE , gracias y felicidades.